La incertidumbre del salto al vacío al crear una empresa no la resuelven todos los planes de negocio del mundo. No la resuelve un grueso documento en el que, antes de salir a vender, plasmas lo que crees que puede ocurrir si todo sucede tal y como has previsto. Pero la realidad es cambiante e imprevisible, por lo que resulta más útil tener uno o varios ases bajo la manga para seguir remando cuando el viento sople en contra.
Son muchas las voces que hablan de los planes de negocio como uno de los trabajos previos indispensables para poner en marcha un proyecto empresarial. En este blog, hemos hablado en alguna ocasión de ello. Su utilidad es indudable, pues sirve para diseñar las líneas estratégicas y establecer una guía con la que dar los primeros pasos, los más difíciles. No obstante, no debe convertirse en algo inamovible, en un principio inquebrantable, ni en una obsesión.
Un plan de negocio es, a la postre, la descripción del escenario empresarial a uno, dos o cinco años vista. Es un ejercicio más de adivinación que de realismo, pues vivimos en un momento en el que lo que hoy vale y funciona, mañana puede ser un auténtico desastre. Como trabajo previo puede ser positivo, pero lo importante no es tener la guía de un camino que puede cambiar en cualquier momento, sino tener planes alternativos cuando en ese trayecto empiecen a surgir muchos problemas.
Seamos realistas. Será casi imposible que las cosas salgan tal y como las previste en un principio. Es por eso que, junto a ese plan de negocio inicial, lo importante es tener clara la necesidad de cambiar, de virar cuando el viento sople en contra, de acelerar cuando se haya encontrado la mejor senda.
Como dice Javier Megías en su blog, “las estadísticas dicen que casi nunca funciona el Plan A, y en muchos casos tampoco el Plan B… por lo que, ¿qué sentido tiene quemar las naves y embarcarse en un viaje de sólo ida?”. Por tanto, el plan de negocio no debe impedirnos ver la realidad y adaptarnos a ella a la mayor velocidad posible.
En Pymes y Autónomos | La importancia de un plan de empresa, Lo que debe contener un plan de empresa y ¿Nos ponemos en la piel de nuestro cliente cuando diseñamos el plan de negocio?
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