Cuando un trabajador va a darse de alta por primera vez en el Régimen de Especial de Trabajadores Autónomos (RETA), se encuentra con muchas dudas, entre las cuales destaca en qué actividad o actividades tiene que darse de alta.
Se trata del primer gran trámite que tiene que realizar el autónomo cuando rellena el modelo censal 036 o más comúnmente 037 en la Agencia Tributaria. En ese momento, es necesario elegir entre decenas de actividades y epígrafes de Impuesto de Actividades Económicas cuál es más acorde a tu trabajo, agrupado en diferentes categorías: actividades profesionales y actividades empresariales.
El problema se incrementa cuando ves que muchas actividades están tanto en un grupo como en otro ¿Cuál tengo que elegir? ¿En qué se diferencian actividades profesionales y empresariales? ¿Qué implicaciones tiene elegir entre unas y otras?
Qué son las actividades profesionales
Son aquellas actividades que se realizan acorde a tu cualificación o conocimientos y se basan fundamentalmente a tu trabajo personal y alrededor de la misma está toda su estructura de trabajo. Hay ejemplos muy claros de este tipo de actividad como los abogados, médicos o notarios, en los que sus rendimientos conseguidos se basan en el libre ejercicio de su profesión, es decir, en la aplicación práctica de sus conocimientos. Pero hay muchos otros ejemplos, en los que no se ve tan claro ¿cómo diferenciarlos?
En las actividades profesionales, no existe organización de negocio. No hace falta ser empresa para tener estructura; un autónomo puede tener una organización o empleados para realizar actividad, pero en el caso de las actividades profesionales no es así, pues se basa principalmente en el trabajo personal, al elegir su horario y los medios en los que se apoye para conseguirlo.
La implicación fiscal principal es que las actividades profesionales están sujetas a retención. El tipo general actualmente es del 15%, aunque los profesionales que inicien actividad pueden aplicar en el ejercicio que inicien la actividad y los dos siguientes un tipo reducido del 7%. Además, si hasta el 70% de sus ingresos están sujetos a retención estará exento de presentar el modelo 130 de pagos a cuenta trimestral del IRPF, si no es así tendrás que realizar estos anticipos trimestrales.
Por último, dependiendo de la actividad (las hay exentas como actividades artísticas, educación, médicas…), en la mayoría de los casos todas tus facturas se aplicará el IVA correspondiente.
Qué son las actividades empresariales
Las actividades empresariales se centran en el desarrollo del negocio y en la organización de la empresa, y son los derivados, entre otros, de las siguientes actividades: extractivas, mineras, de fabricación, confección, construcción, comercio al por mayor y al por menor, servicios de alimentación, transporte, hostelería, telecomunicaciones, etc..
Al igual que existen actividades profesionales muy claras, también existen actividades empresariales que por su propia naturaleza no tienen discusión, tales como hostelería, fabricación, etc. Los trabajos de las actividades empresariales no se facturan con retención al IRPF ni tampoco hay que hacer pagos a cuenta a este impuesto a través del modelo trimestral 130.
Pero entonces, ¿cuándo es una actividad profesional y cuándo una actividad empresarial? Hay muchas actividades que pueden ser profesionales o empresariales, por ejemplo, servicios profesionales. Si los presta una sola persona aplicando sus conocimientos será profesional, pero si tiene empleados, unos horarios o una estructura en la que realizar la actividad, estos servicios serán una actividad empresarial. Aunque es complicado distinguir entre actividad profesional y empresarial, es importante que lo hagas de forma adecuada para así poder presentar los impuestos correctamente y poder aplicar adecuadamente los gastos deducibles para tu actividad.