Uno de los principales problemas que tienen contribuyentes y asesores a la hora de presentar sus impuestos es la falta de claridad normativa. Dudas y criterios que pueden tener diferentes interpretaciones, y que por lo general se acaba por asumir la más restrictiva si no se quieren tener problemas. Y por eso la Asociación Española de Asesores Fiscales (Aedaf) denuncia la inseguridad jurídica de 42 modelos de Hacienda.
El problema detectado por Aedaf es que estos modelos no cuentan con las instrucciones aprobadas y publicadas en el BOE. De esta manera se pueden producir discrepancias y no completar correctamente los modelos, de manera que provoque sanciones. La denuncia se ha presentado ante el Defensor del Pueblo, el Consejo de Transparencia y Buen Gobierno y el Consejo para la Defensa del Contribuyente.
Todos los modelos tienen que tener el correspondiente soporte legal a través de una norma, generalmente una Orden Ministerial que los apruebe, con su íntegra publicación en el BOE. Esta obligación de publicar el modelo también debería extenderse a las instrucciones para cumplimentarlo, de manera que sirva para informar o instruir a quien está obligado a su cumplimentación y presentación.
Peor todavía es la situación de dos modelos que ni siquiera han sido aprobados por la pertinente normativa y publicados en el respectivo boletín oficial. En concreto, el modelo H100 “Solicitud de pago de devolución a herederos” y el 952 “Comunicación de la modificación de la base imponible en supuestos de concurso y por crédito incobrable”.
No se trata de modelos de escasa relevancia, sino que nos encontramos en esta situación algunos tan populares como el modelo 100 (Impuesto de la Renta de las Personas Físicas), el 036 y 037 (utilizados en el alta de autónomos, por ejemplo), el modelo 303 de autoliquidación del IVA o el modelo 131 por citar algunos modelos relevantes.
La seguridad jurídica que deben dar los ministerios en sus órdenes e instrucciones es uno de los pilares sobre los que un empresario puede realizar su planificación fiscal. No deberían existir discrepancias ni zonas grises que den lugar a diferentes interpretaciones, ya que en estos casos generalmente Hacienda aplica la más restrictiva. Sirva como ejemplo la deducción de las dietas de los autónomos, que aunque cumplan todos los requisitos para su aplicación muchos asesores han recomendado no hacerlo.
Imagen | Nataliya Vaitkevich en Pexels