Cuando llega la edad de jubilación la mayoría de los trabajadores esperan el momento con muchas ganas. Llevan toda la vida trabajando y es el momento de tomarse un descanso, hacer al menos una parte de los planes que han ido pensando en los últimos años gracias al cobro de su pensión. Pero esto último no está tan claro, por eso el pacto para el mantenimiento de las pensiones pasa por jubilarse más tarde, aunque tendrá bonificación.
Al menos esa es la idea del Ministro Escrivá, que en su comparecencia ante la Comisión de Seguimiento y Evaluación de los Acuerdos del Pacto de Toledo quiso dejar claro que el sistema de pensiones no está en riesgo, pero que es necesario tomar algunas medidas para asegurar el futuro. Y estas medidas pasan por reorganizar gastos e ingresos.
Sanear las cuentas de la Seguridad Social
Empezando por sacar de las cuentas de la Seguridad Social gastos impropios y trasladarlos a los Presupuestos Generales del Estado para eliminar el déficit del sistema. El Ministro afirma que el nivel de cotizaciones sociales de España es suficiente para garantizar el sistema. En todo caso hay que pensar en un futuro en el que se jubilarán más de 11 millones de personas.
Sacar pensiones no contributivas o la bonificación de la tarifa plana mejoraría el balance de caja de las pensiones
Para ello el primer objetivo es que la edad de jubilación efectiva se acerque a la edad de jubilación legal. Para tratar de mejorar en este aspecto el Ministro cree que hay margen para desincentivar más la jubilación anticipada, penalizando las bases de cálculo con coeficientes reductores más altos. La realidad es que la jubilación anticipada ha crecido más de un 66% en los últimos cinco años. En este cálculo no entrarían la jubilaciones forzosa.
La segunda opción es incentivar todavía más la jubilación retrasada, haciendo que el coeficiente de mejora que se aplica en las bases de cálculo para la pensión sea más alto, resultando de esta forma más atractivo retrasar la edad de jubilación. Lo cierto es que actualmente lo hace entre un 2% y un 4% y hay bastante margen de mejora. Los autónomos también cuenta con la alternativa de la jubilación activa.
Otra cuestión diferente es el tratamiento fiscal de los planes de pensiones, algo que afecta bastante al colectivo de los autónomos que en muchos casos prefieren no poner todos los huevos en la misma cesta y cotizar menos a la seguridad Social, pero complementar con un plan de pensiones privado. Aquí el Ministro es partidario de que la fiscalidad de dichos planes no sea tan ventajosa.
Lo cierto es la cotización por ingresos reales de los autónomos tiene mucho que ver con esto, ya que es un colectivo cada vez mayor, pero que ahora todavía tiene libertad para elegir sus bases de cotización, con un 86% de los inscritos en el RETA cotizando por la base mínima. Cotizar por ingresos reales aliviaría en buena medida las arcas de la Seguridad Social