La Agencia Tributaria ha presentado su Informe de Recaudación Tributaria del año pasado, donde la recaudación aumentó un 5,4% en 2018 a pesar de la desacelaración de la economía. En realidad la cifra es superior, ya que el porcentaje aumenta un 7,6% pero esta cifra tiene en cuenta todos los ingresos, de los que habría que eliminar el efecto del SII en la recaudación.
En la recaudación por IRPF hay que tener en cuenta que sus efectos positivos se vieron limitados por la reducción de rendimientos del trabajo y por las devoluciones ligadas a la prestación de maternidad y paternidad a partir de julio. La recaudación por IVA creció un 5,6%.
Por lo que respecta a Sociedades los pagos fraccionados crecieron un 11,7%, sobre todo debido a la buena marcha de los beneficios. Se estima que el tipo efectivo del Impuesto sobre Sociedades aumentó en 2018 un 2%. En las Grandes Empresas y grupos consolidados, que tributan de acuerdo a sus beneficios, el aumento de los pagos alcanzó el 13,5%.
Aquí sería interesante ver si este tipo mínimo que aparece en los programas electorales de PSOE y Unidas Podemos, del 15%, se acaba por implantar definitivamente o no en 2019, aunque posiblemente no entraría en vigor hasta 2020 y qué efecto tiene en la recaudación.
Respecto a los Impuestos Especiales, crecieron un 1%, destacando el de hidrocaburos, con un 3%, donde se incluirían las subidas del Diesel. Este apartado es uno de los que se estiman puede tener un mayor crecimiento en los próximos años si progresivamente los impuestos de diesel se equiparan con los de gasolina.
Otro de los objetivos que están pendiente es mejorar la lucha contra el fraude, uno de las rendijas por las que se escapan los ingresos de la recaudación y que en muchos casos se quiere tapar subiendo algunas figuras impositivas.