Una de las opciones menos complejas a la hora de emprender, y con la que también limitamos más riesgos, es la apertura de una franquicia. Un tipo de negocio que además cuenta con la ventaja de que el modelo a seguir nos viene dado, partimos de unas condiciones preferentes a la hora de negociar con los proveedores, y contamos con el soporte de la marca para las distintas cuestiones que puedan surgir.
Hasta hace relativamente poco, este tipo de negocios en España eran vistos desde un prisma local, de modo que había pocos emprendedores que se lanzaran a emprender fuera bajo este paraguas. Pues bien, de un tiempo a esta parte esta presunción ha comenzado a cambiar, hasta el punto de que empresarios españoles están tomando la iniciativa de lanzar una franquicia local fuera de nuestras fronteras.
Este es el caso de la cadena yogures helados Smöoy, que tras emprender su internacionalización en Portugal, está lanzándose en países tan exóticos para los negocios como Argelia, y sentando las bases para abrirse un hueco en otros tan lejanos como La India.
Este es un buen ejemplo de que cualquier idea que se crea para cubrir una necesidad concreta, o satisfacer los gustos de nuestros consumidores, es plenamente exportable a otros mercados. Y que puede ser una opción muy interesante, para todos aquellos emprendedores que quieren abrir un negocio fuera de nuestras fronteras, y a los que la burocracia, la cultura y los problemas logísticos, les pueden suponer un problema.
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