En su comparecencia para ofrecer los datos del paro del pasado mes de junio la Secretaria de Estado de Empleo, Yolanda Valdeolivas, ha anunciado que el Gobierno pretende acabar con el contrato de apoyo a emprendedores. Pese a sus favorables condiciones, este tipo de contrato apenas a logrado su objetivo de reducir la temporalidad.
Esto no significa que no se vayan a facilitar otro tipo de contratos para fomentar el empleo indefinido, pero el contrato de apoyo a emprendedores no es actualmente ni adecuado ni razonable. Habrá que ver la propuesta y cómo intentan incentivar la contratación indefinida para que las cifras cambien.
Para empezar su intención es hacer que los contratos temporales de muy corta duración, aquellos que apenas suponen unos días, igualen su cotización con los indefinidos. Es decir, que ambos tipos de contratos tengan que cotizar por los mismos conceptos, haciendo que se cotice también por festivos, vacaciones o se incluyan pagas extras tal y como ocurre con los de larga duración. Esto de hecho supondrá más ingresos para la Seguridad Social.
Por lo que respecta a la contratación indefinida ha crecido un 16% interanual, un muy buen dato de los cuales, 113.690 fueron contratos indefinidos a tiempo completo y 79.282 a tiempo parcial. Sin embargo, a pesar de los buenos datos lo cierto es que el descenso del desempleo todavía es 7 puntos inferior al nivel precrisis.
La reducción de la temporalidad, que en muchas ocasiones poco o nada tiene que ver con la estacionalidad es el objetivo principal. Por último, la Secretaria de Estado ha recalcado que el abaratamiento del despido no se encuentra entre sus prioridades. También ha señalado que los contratos de formación y aprendizaje son un fracaso, con un número muy lejos de ser un instrumento útil para fomentar el empleo de los más jóvenes.
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