El Gobierno tiene una agenda social que parece no quiere abandonar e intentar poner en marcha antes de las elecciones. Una de ellas es una medida ya anunciada, pero que se había quedado en el tintero, la ampliación a 16 semanas del permiso de paternidad, que se aprobará vía Decreto Ley en las próximas semanas.
El borrador ya se ha remitido a los agentes sociales. Esta previsto que se amplie el permiso a 8 semanas, al día siguiente de su publicación en el BOE, para ampliarse a 12 en 2020 y 16 en 2021. Será a partir de este año cuando ambos progenitores disfruten de permisos iguales e intransferibles. Ahora habrá que ver como se financia con los presupuestos prorrogados.
2021, el año de la paridad de permisos
A partir de 2021 los padres tendrán que coger seis semanas tras el nacimiento del hijo de forma obligatoria. El resto se podrán distribuir a lo largo del primer año de vida, o adopción, del hijo. En todo caso no podrán cederse al otro progenitor. Es una medida que intenta ayudar a reducir la brecha de género, que en muchos casos se agrava con la interrupción de la carrera profesional por el nacimiento de un hijo y su cuidado.
Además existen políticas de incicentivos planteados para corresponsabilizar a ambos progenitores del cuidado del niño. Ambos tendrán una semana adicional si se disfruta de forma equitativa. Veremos como acogen las empresas una medida de este tipo o que presiones pueden provocar en determinados sectores a los padres para que no apuren sus permisos.
Está por ver si la medida ayuda a reducir la brecha de género a medio plazo
Otro ejemplo de ello es que el permiso de lactancia también será un derecho del padre, que disfrutará de una reducción de jornada de una hora o dos medias horas en su jornada completa. Se podrá disfrutar acumulando jornadas completas, pero no podrán transferirse al otro progenitor. Si se realiza de forma paritaria se puede extender de los 9 meses hasta el año, aunque en este caso se verá reducido el salario de forma proporcional.
Esta ley tiene dos inconvenientes fundamentales, por un lado la financiación y por otro si el Gobierno que salga de las elecciones asumirá el compromiso como suyo o lo congelará, como ha ocurrido con diferentes leyes a lo largo de la historia, aunque sería bastante impopular. Además tras el pronunciamiento del Tribunal Constitucional que consideró que un permiso de paternidad más corto no discriminaba a los padres.
Por contra hay una directiva de la UE para que los permisos de padres y madres sean como mínimo de cuatro meses, por lo que no parece lógico oponerse a esta ley. Otra cuestión es como debe ser la retribución de dichos permisos, ya que la propuesta europea no remunera al 100% estos permisos.
En principio es un beneficio social que favorece a los padres y una ayuda para familias que ahorrarán en guarderías en el primer año de vida del recién nacido. En las empresas tendrá que darse un pequeño cambio cultural y asumir que es un derecho al que no se puede renunciar. Llega tarde, pero bienvenido sea.
Imagen | J Carter