Decía el escritores irlandés George Bernard Shaw: “Si has construido un castillo en el aire, no has perdido el tiempo, es allí donde debería estar. Ahora debes construir los cimientos debajo de él”. Esta visión se puede aplicar claramente al mundo de la empresa y a los modelos en los que nos fijamos para el desarrollo de los proyectos. Colocar la mirada en los que llegaron a la cima puede ser enormemente productivo para seguir creciendo, para construir esos cimientos. Sin embargo, eso no puede ser causa de ansiedad y decepción por no alcanzar a esos gigantes ‘elegidos’.
Partimos de una base: con la llegada de internet ha ocurrido un fenómeno bastante curioso en el mundo empresarial. El éxito fulgurante de muchas compañías que comenzaron su andadura desde abajo ha trasladado la imagen de que al alcance de todos está llegar a ser el Apple, Microsoft o Facebook del futuro. Y eso es una falacia que sólo traslada una imagen deformada del emprendimiento.
Teniendo eso claro, fijarse objetivos ambiciosos y tener a los mejores como modelos para crecer es sano y recomendable, pues servirá para construir esos cimientos firmes y con los materiales de los que están hechos los mejores. ¿Eso quiere decir que si hago algo similar llegaré a donde han llegado todos esos gigantes? En absoluto. Pero sí, tendrás más posibilidades para ello.
Junto a no llamarse a engaños sobre la supuesta ‘facilidad’ para crecer en esta era digital, también hay que tener claro que intentar emular la trayectoria de los mejores es algo tan improbable como innecesario. No es una cuestión de repetir nada, sino de aprender de lo que ellos hicieron bien para tratar de evitar los fracasos.
En Pymes y Autónomos | El extraño fenómeno del amor al fracaso empresarial y La ambición como motor empresarial Imagen | ground.zero