En el mundo uno de los factores que mayor incidencia tiene en la posibilidad de éxito de nuestro negocio es nuestra capacidad para negociar.
La capacidad negociadora no todo el mundo lo tiene y hay determinados caracteres que hacen imposible que puedan llevar a cabo las negociaciones, entre otras razones por la falta de asertividad y empatía.
Sin embargo, aún teniendo asertividad y empatía y, siendo para negociar, hay que tener en cuenta ciertas claves en la negociación.
Claves de una negociación exitosa
- La negociación no es algo personal
En muchas ocasiones una negociación se acaba interpretando como una discusión personal en la que hay que ganarla a toda costa porqeu nuestro ego personal va en ello. La clave es negociar sin implicarse emocionalmente. Al despersonalizar la negociación, reducimos cualquier influencia emocional, la presión se reduce, el estrés también y podemos pensar con más claridad y rapidez lo que nos dará una ventaja ineludible en el proceso de negociación.
- Diálogo interno
Cuando nos obligamos a estar presentes, a centrarnos en hechos y aspectos objetivos los diálogos internos desaparecen y con ellos, el estrés y aquellos factores que puedan limitar nuestra agilidad mental.
- Recopila información
Antes de comenzar una negociación, se debe tener toda la información posible. Además, hay que estar pendiente de otra información la que nos proporciona la comunicación no verbal de la persona con quien negociamos ya que nos permite conocer cómo se comportan cuando están relajados, cuando están tensos y cuando están valorando lo que escuchan.
- Encontrar el espacio en común
Es importante entender cuál es el mínimo y el máximo en el que nos estamos moviendo y si tu objetivo es alcanzar un acuerdo de máximos, difícil de por sí, has de estar dispuestos asumir una ardua argumentación que sea convincente, irrefutable y basada en los beneficios para tu interlocutor.
- Cerrar el acuerdo logrado
Este es el mejor modo de cerrar la entrevista de negociacion y es proponiendo dejar por escrito todo lo que se ha decidido.
En definitiva, las negociación son duras, difíciles y, por regla general, muy frágiles, por eso, necesitamos dar lo menor de nosotros mismos para poder superarlas con éxito.
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