Cuando un candidato presenta un curriculum a una empresa tiene que ofrecer la mejor cara de si mismo. Pero muchas veces se tiene a adornar en exceso nuestras cualidades y conocimientos, exagerando en exceso. Pero ¿se puede hacer el curriculum más atractivo sin caer en la mentira?.
Lo cierto es que hay muchos aspectos asociados al curriculum a los que no se presta demasiada atención. Una buena carta de presentación, personalizada para la organización donde vamos a presentar nuestra candidatura es un buen primer paso. Se trata de analizar como es la empresa en la que se quiere trabajar y mostrar las habilidades y conocimientos que tenemos que ellos demandan.
También potenciar nuestra marca personal. El primer paso para que una empresa se fije el curriculum es que nosotros mismos nos valoremos. Destacar nuestros méritos, nuestra experiencia y proyectos de éxito que nos hacen vendernos como profesionales solventes. También las habilidades y conocimientos que hemos puesto en práctica para lograr dicho éxito y pueden ser de utilidad para cubrir la vacante.
Lo ideal es potenciar nuestros puntos fuertes, vendérselos a la empresa y reclutadores, intentando silenciar aquellos puntos débiles, que todos tenemos. Los curriculums personalizados, por capacidades, donde se muestran las habilidades y conocimientos que tenemos, como los hemos puesto en práctica en otras organizaciones son de gran ayuda.
Pero sin caer en la exageración o la mentira. Primero porque las empresas pueden realizar pruebas que demuestren nuestro verdadero nivel. Y caer en un renuncio supone que aquellos aspectos en los que no se ha exagerado también quedan en cuestión, lo que resulta cotraproducente.
Por último, no solo hay que mostrar la experiencia que tenemos, sino la responsabilidad que hemos asumido en nuestro puesto de trabajo. Que hemos resuelto, cómo hemos sacado adelante el proyecto, qué objetivos alcanzamos, etc. Es importante que nos valoren como un miembro valioso del equipo de trabajo.
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