Vivimos una ‘era’ en la que el tiempo es uno de esos bienes más preciados. Se convierte en un tesoro que todos, empresarios, trabajadores o autónomos, defienden con uñas y dientes. Es por esa razón por la que se puede convertir en un buen argumento de venta de servicios. En definitiva, ahorrar horas de trabajo, pudiendo concentrar esfuerzos en otras tareas.
Por ejemplo, una micropyme o un autónomo pueden elaborar, de forma independiente, su contabilidad y completar toda la tramitación burocrática que implica su actividad empresarial. Pero, como cualquier otra tarea especializada, requiere de una gran cantidad de tiempo, esfuerzo y personal dedicado a ello. Algo que puede, o no, estar a su alcance.
Ocurre con otros muchos servicios, cuya externalización tiene en el ahorro de tiempo uno de sus argumentos. Desde la gestión de la presencia online de la firma (página web, redes sociales...), hasta el desarrollo de campañas específicas de marketing, pasando por la contabilidad o tareas mucho más especializadas. Trabajos que, la mayor parte de las ocasiones, pueden ser cubiertos con recursos propios, aunque obviando otros muchos 'frentes' del día a día.
Pero el objetivo para el prestador de ese servicio es que los resultados de su contratación y la reducción del tiempo de dedicación si no fuera externalizado sean lo suficientemente importantes como para que el coste sea asumido sin que suponga un pequeño ‘agujero’ en la cuenta de resultados.
Por tanto, es decisión final del cliente, si, realmente, compensa esa ‘ganancia’ de tiempo para dedicarlo a otras tareas (y los mejores resultados finales) con respecto al coste económico de que otros cubran ese espacio. Es probable que en algunos casos no sea posible. Pero como argumento de venta por parte de proveedores de servicios, en un momento en el que las horas tendrían que ser cuidadas hasta el extremo, es muy interesante.
En Pymes y Autónomos | Ser dueño de tu tiempo no te hace aprovecharlo mejor, El papel de la externalización Imagen | Ed Yourdon