Aunque parezca, en un principio, un imposible, muchos jefes no confían en su equipo. Esa es una de las principales razones por las que son incapaces de delegar tareas entre los empleados de su plantilla. Es por esa razón por la que, además de recuperar esa , hay que formar grupos que tengan suficiente solvencia como para poder encargar trabajos sin duda alguna.
Como nos comentaba el compañero Lucerito hace unos meses en estas mismas líneas, la decisión de no delegar por parte del jefe se debe, en muchas ocasiones, a vicios ya instaurados en la empresa que, a la postre, son difíciles de eliminar. De eso no hay duda. Pero, desde mi punto de vista, la razón fundamental es una falta de confianza real para las tareas complicadas.
Esa falta de confianza es un problema en sí mismo, puesto que gestionar el día a día de la firma bajo esos pilares se puede convertir en un infierno. Pero una de las consecuencias más directas es la asunción por parte del líder de todas las responsabilidades importantes, tratando de abarcar más de lo que, realmente, es posible. Y el efecto puede ser un bloqueo en la toma de decisiones y en el avance de proyectos y planes ya diseñados.
Uno de los mayores errores que se puede tomar por parte de un jefe mediocre es rodearse de un equipo con un perfil bajo, creyendo así que será más ‘cómodo’ para él. Nada más lejos de la realidad. Las consecuencias llegarán cuando las tareas requieran una capacidad que, tras buscarla intensamente entre el grupo, no encontrará. Y llega esa no delegación tan perjudicial para un negocio.
Aunque pueda resultar una obviedad, la confianza en tu equipo como jefe debe ser uno de los pilares fundamentales sobre el que construir la empresa. Sin ella llegarán los problemas y uno de ellos será la dificultad para delegar. Rodearse de los mejores nunca será una amenaza, sino el mayor de los aciertos. No hay duda.
En Pymes y Autónomos | ¿Sabemos delegar? Imagen | diego1055