Todos queremos que las vacaciones no se acaben, pero por mucho que nos duela todo tiene un fin y toca volver al trabajo. Es entonces cuando muchos dicen aquello de que están pasando el "síndrome postvacacional", un bajón en el estado de ánimo al reincorporarse al trabajo que nos hace rendir menos. Pero en realidad no se trata más que de un proceso de adaptación, no de una enfermedad.
Lo cierto es que se trata de un proceso mucho más duro cuando al empleado no le gusta su trabajo o se siente atrapado en su empresa, sin perspectivas de mejoras en el futuro. Por ejemplo, es un lujo que pocas veces podrá permitirse un autónomo, por un lado porque es complicado que pueda cogerse tantas vacaciones como para que le cueste volver. Y por otro porque por lo general si les gusta su trabajo, con sus ventajas y a pesar de muchos de sus inconvenientes.
Consejos para que la vuelta al trabajo sea más sencilla
Pese a todo hay algunas formas de que dicho síndrome sea algo más llevadero si aplicamos una serie de buenas prácticas:
Volver a trabajar cuando todavía tenemos jornada continua de verano. Así tenemos todavía las tardes para aprovechar el buen tiempo.
No regreses de las vacaciones justo el día antes de volver al trabajo. Un día o dos antes te servirán de adaptación y para ir haciéndote a la idea del regreso.
Incorpórate a media semana en lugar de hacerlo un lunes con el resto de la semana por delante. De esta manera mientras te pones al día y no te das cuenta habrá llegado el fin de semana. Esto es algo que muchas veces no se puede hacer si se ajustan al máximo las vacaciones para irnos el mayor número de días posible y que coincida con fines de semana, puentes, etc.
Practica ejercicio, te ayudará a liberar esa energía que ahora te sobra y a aliviar un poco la tensión del regreso.
Haz una lista de actitudes negativas que no quieres repetir en el trabajo. Todos tenemos momentos de estrés, donde si aplicamos la inteligencia emocional vamos a poder relativizarlos mejor. No tenemos que llevarnos los problemas a casa.
Por último es importante salir fuera, a cenar, a la piscina, etc. que no sintamos que nuestra vida se reduce a ir del trabajo a casa y viceversa... Al igual que en año nuevo hacemos una lista de propósitos y cosas que queremos cambiar, tener una ilusión en la vuelta de las vacaciones nos puede ayudar a sobrellevar la reincorporación al trabajo.
En Pymes y Autónomos | El síndrome post-vacacional y la vuelta al trabajo
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