Dentro de las muchas variables que toda empresa tiene que tener en cuenta para mantener un espacio de trabajo agradable y propicio para que sus empleados trabajen de manera eficiente y óptima, la iluminación es una de las más importantes.
Y es que la iluminación es un elemento fundamental en la configuración de los puestos de trabajo, ya que suele ir asociada con trastornos de la visión, problemas de salud y un pobre rendimiento en el trabajo. En concreto, el trabajo con los ordenadores puede influir bastante en la fatiga visual. Por todo ello, es imprescindible mantener una iluminación acorde a las características de cada puesto de trabajo.
Son muchas las ocasiones en las que nuestro puesto de trabajo no contará con amplias ventanas que permitan pasar a la luz solar ni tampoco se utilizarán lámparas de luz distribuidas de manera uniforme entre todo el espacio de trabajo. De hecho, en muchas ocasiones, tendremos que trabajar prácticamente a oscuras o con muy poca luz o, peor aún, con luces artificial mal situadas que se reflejen en las pantallas del ordenador y produzcan molestos reflejos.
Por todo ello, se hace necesario utilizar lámparas que no tengan una iluminación demasiado elevada ni demasiado baja, si no un punto intermedio y adecuado a las tareas que se van a realizar. Además, es recomendable colocar las lámparas uniformemente a lo largo de todo el área de trabajo para, de esta manera, distribuir la iluminación. Siempre podemos utilizar lámparas de escritorio individuales en caso de que una persona crea que la iluminación es insuficiente.
Además, y como la luz natural puede ser, sobre todo en primavera y verano, muy molesta, se pueden utilizar persianas para controlar el nivel de luz que entra por las ventanas. Otra opción es utilizar colores neutros en nuestra oficina que eviten los reflejos ya que, pintando nuestra oficina con colores más oscuros puede hacer que los rayos de sol se reflejen mucho más con los trastornos que ello puede ocasionar.
En cualquier caso, es imprescindible que nuestro espacio de trabajo disponga de una luz adecuada. Una buena iluminación previene dolores de cabeza y hace que nos sintamos más cómodos y, por tanto, seamos más eficientes en nuestro puesto de trabajo.
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