Los ladrones de tiempo son uno de los principales problemas que tienen los empleados y profesionales para que su día sea productivo. Hablamos de programas de uso habitual como el correo electrónico, redes sociales, mensajería instantánea o las reuniones sin fin. Pero lo cierto es que además los ladrones de tiempo tienen un efecto colateral sobre tu capacidad de concentración que es demoledor.
No se trata solo del tiempo que hemos perdido mientras ordenábamos nuestra bandeja de entrada de correo. Sobre todo se trata de cómo ha mermado nuestra energía y capacidad de atención. La concentración es como una vela, que vamos encendiendo y apagando a lo largo del día. Mientras más frescos estamos, más fácil es concentrarse en una tarea.
Cuando empezamos el día nos concentramos en una tarea y una interrupción breve no supone un problema. Tras acabar retomamos nuestra tarea y casi al instante volvemos a estar concentrados nuevamente en la misma. A medida que pasa el día este esfuerzo necesario para llegar a nuestro punto óptimo de concentración es mayor.
A medida que los ladrones de tiempo van consumiendo nuestro día, también afectará posterioremente a nuestra capacidad de atención. Empezar el día leyendo y ordenando el correo, asistiendo a una reunión que no acaba nunca. No te das cuenta y se ha consumido media mañana sin hacer nada. Y lo peor es que cuando nos poner a trabajar nos cuesta concentrarnos.
Lo ideal es atacar a los ladrones de tiempo. Reducir su importancia en nuestras tareas del día a día. Pero sobre todo no darles protagonismo. Lo importante es sacar el trabajo adelante, no leer todos los correos que tenemos en la bandeja de entrada, las menciones de la red social de la empresa o reuniones interminables.
Lo malo de esto es que no es fácil de conseguir. Los ladrones de tiempo están en nuestras rutinas diarias y esto supone un cambio de hábitos importante. Se requiere de una disciplina férrea sobre todo en los primeros días, hasta que este cambio se produce. La parte positiva es que es un esfuerzo donde se ven los resultados desde el primer momento.
En Pymes y Autónomos | Los ladrones de tiempo son más peligrosos en verano
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