Según un estudio llevado a cabo por la consultora Kaizen Institute en más de 200 compañías en los últimos 30 años, el empleado en la empresa española destina poco más de hora y media al día es el tiempo destinado a tareas que aportan valor. Solo el 20% de la jornada laboral se invierte en tareas de alto valor para el negocio.
El resto se va entre tiempos muertos, casi lo mismo que en tareas productivas, y la realización de tareas administrativas. Son esas tareas en las que se pierde mucho tiempo, pero que no implican realmente un trabajo productivo. El ejemplo más patente sería el correo electrónico, donde muchos empleados pueden pasar más tiempo coordinando una tarea que lo que luego tardan en ejecutarla.
Es también una confirmación del presentismo en la empresa, donde la prolongación de la jornada laboral no implica necesariamente que el número de tareas resueltas sea mayor por este motivo. Además se tiende a dilatar la realización de dichas tareas para ajustarlas a este horario, donde los trabajadores no se marchan a casa hasta que no lo hace el jefe.
Esto no implica que los niveles de estrés laboral también aumentan. Esta tendencia se debe a una carga excesiva de tareas en muchas empresas, donde el énfasis se pone en la obtención de resultados, sin tener en cuenta el resto de los procesos.
Un ejemplo muy claro es cómo las herramientas que se pueden utilizar en una empresa obligan a los empleados de diferentes departamentos a introducir los mismos datos varias veces, no existen automatizaciones que reduzcan el trabajo o muchas veces se produzcan duplicidades o incoherencias en contabilidad, inventarios, proyectos, etc.
Pero también muchas empresas se ven obligadas a mantener un horario extenso de apertura por miedo a perder clientes. En lugar de jornadas continuas, se mantiene abierto mañana y tarde, lo que muchas veces provoca que el ritmo de trabajo no sea el más adecuado y los empleados no son tan productivos como podrían.
En Pymes y Autónomos | Cómo afrontar que el nuevo compañero no trabaja
Imagen | Ryan McGuire