Muchas empresas pueden encontrarse con problemas a la hora de cubrir vacantes o puestos de trabajos en determinadas áreas. En otras ocasiones los puestos se cubren con rapidez pero tienen un índice de rotación elevado. La oferta de trabajo que se lanza no suscita el interés para el perfil de trabajadores que le interesa a la empresa.
Esto se puede deber a diferentes motivos y tenemos que ser conscientes que tipo de trabajador estamos buscando. Normalmente estas ofertas que no resultan atractivas requieren a un trabajador con experiencia y que sea productivo desde el principio y en un sector con elevada competencia.
Esto implica que los trabajadores con mejor cualificación pueden elegir entre diferentes ofertas, tal vez no inmediatamente, pero si a corto o medio plazo, lo que implica que si llegado ese momento en el que tienen otra oferta no se aplican políticas de retención, perderemos a dicho empleado.
¿Qué ofrece tu empresa?
Normalmente en la oferta se detallan diferentes aspectos que un trabajador valora:
- Salario, que en estos casos se suele ofertar, al menos de inicio un sueldo básico, que no resulta atractivo para la mayor parte de los trabajadores. Se puede cubrir el puesto, pero no con el tipo de empleado con experiencia y resolutivo que buscamos, al menos a largo plazo.
- Horarios que permitan conciliar vida personal y profesional. Si a un sueldo estándar le sumamos rotación de turnos, el trabajo resultará poco atractivo.
- Ventajas sociales que muchas veces ofrecen las grandes empresas y no tanto las pymes.
- Plan de carrera que permita al trabajador apostar por la empresa a largo plazo y le ofrezca una posibilidad de ascenso y mejora en el futuro.
- Buen ambiente laboral que es algo que todas suelen indicar en la entrevista, pero que no tenemos la posibilidad de comprobar a menos que se conozca a alguien de dentro.
¿Qué ven los candidatos al puesto de trabajo?
Pues en la mayoría de los casos, los candidatos lo que ven es un sueldo muy justo y los horarios. Con eso se hacen una composición de lugar sobre si mejoran o no sus actuales condiciones. Si están en desempleo lógicamente aceptarán, pero si no les convence la oferta seguirán buscando para dar el salto a un puesto mejor a corto plazo.
También la posibilidad de crecer profesionalmente, más allá del plan de carrera. Se busca que aquello que hacemos, nos sirva en nuestro currículum como un punto a destacar para lograr un mejor empleo en el futuro. No sólo se valora el sueldo, sino también una base de aprendizaje que en el futuro nos haga tener un perfil más atractivo para las empresas, no sólo para cambiar, sino si la empresa va mal, tener una posibilidad de encontrar otro empleo a corto plazo.
Si al final los curriculums que recibimos no responden al perfil que buscamos está claro que algo tenemos que cambiar en la oferta. La otra opción es apostar por un trabajador con menos experiencia, pero que se sienta atraído por un desarrollo profesional en nuestra empresa más a largo plazo.
En Pymes y Autónomos | El optimismo como habilidad en tu currículum