Una de las razones que tienen las empresas para optar por oficinas cerradas es lograr una mayor productividad por diferentes motivos, como una mayor capacidad para concentrase, una mayor privacidad o trabajar sin interrupciones. Lo cierto es que la última afirmación no lo tengo del todo claro, ya que el parón en una tarea tiene que ver con múltiples factores, por eso me pregunto si trabajar sin interrupciones es posible en la empresa.
Por un lado estar en un despacho, en un cubículo con paredes más o menos rígidas y que nos de una cierta privacidad nos facilita concentrarnos y algo de privacidad. Por otro no controlamos las interrupciones que nos llegan por correo electrónico, y sobre todo las llamadas. Si tenemos un filtro que recoja el mensaje del cliente tenemos mucho ganado.
Se trata de lograr cierta continuidad en las tareas, sobre todo aquellas que necesitan de más concentración, donde sólo saber dónde lo habíamos dejado nos va a llevar un rato. Si justo cuando retomamos el hilo y nos ponemos otra vez en marcha tenemos que atender el teléfono, aunque sea algo breve, tenemos que volver a realizar un esfuerzo de concentración.
¿Podemos estar 25 minutos seguidos sin interrupción dedicados a la misma tarea?
A mayor duración de la interrupción, más esfuerzo de concentración tenemos que realizar. Esto repetido a lo largo del día en múltiples ocasiones acaba en un agotamiento mental que es complicado de recuperar. Y lo peor de todo es que no progresamos en la tarea que tenemos entre manos y tampoco atendemos adecuadamente a los clientes, por que si conversamos con ellos y tomamos nota de lo que necesitan, pero tampoco podemos resolver muchos de los problemas.
Si a esto le sumamos la tendencia a contestar los correos electrónicos según se reciben o las notificaciones de los smartphones el resultado puede ser catastrófico. Es muy complicado concentrarse y trabajar en una misma tarea durante al menos 25 minutos.
Todo esto hace que al final se vayan acumulando las tareas y los asuntos pendientes sin resolver, lo que va creando frustración en los trabajadores que ven como las tareas se acumulan sin remisión, no se van cerrando temas y como mucho se despachan asuntos menores, sin atacar los verdaderamente importantes.
Si estamos en esta situación y no podemos poner una mínima barrera de contención, que nos evite las llamadas de clientes, compañeros, empresas colaboradoras, etc. será prácticamente imposible trabajar sin parones constantes. Ante esto no queda más que tratar de hacer el esfuerzo para ser muy organizados y no perder la concentración.
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Imagen | Ashish_Choudhary