Los buenos gerentes saben que es importante mantener reuniones periódicas con cada uno de sus empleados pero, con demasiada frecuencia, las reuniones uno a uno son apresuradas y desorganizadas.
Para sacar el máximo partido de estas reuniones con nuestros empleados y colaboradores conviene, sobre todo, saber cómo estructurarlas.
En primer lugar, las reuniones deben de estar programadas. No importa con qué frecuencia ocurran, semanalmente, bimensual, mensual, etc., sobre todo, lo que hay que evitar es tener el hábito de cancelar estas reuniones programadas ya que transmites a tu colaborador que no valoras su tiempo.
Solicita una sinopsis de lo que le gustaría hablar a tu colaborador antes de tener la reunión, haciendo tu también lo mismo con él. Cuando estéis reunidos apaga tu teléfono, cierra la puerta del despacho o de la sala y comienza la reunión felicitando a tu colega por algo que hace bien.
A partir de ese momento, interésate por sus tribulaciones, escucha sus preocupaciones y proporciona feedback e ideas sobre cómo podríais resolver esos problemas, siempre con un tono positivo y empleando palabras afirmativas.
Nunca olvides cerrar la reunión con una nota de agradecimiento.
Imagen | AnnaER En Pymes y Autónomos | Pasos para organizar mejores reuniones de equipo