Sabático. Era el séptimo año de actividad en las tierras hebreas. El año en el que dejaban descansar sus explotaciones después de seis de actividad ininterrumpida. ¿Te imaginas un periodo de descanso total pagado para el equipo en tu empresa? ¿Es eso una utopía o una realidad?
Vivimos tiempos de estrecheces económicas y de no pocos recortes laborales. En ese entorno, hablar de periodos largos de descanso para los colaboradores en el equipo de la empresa puede llegar a resultar una utopía. Especialmente si hablamos de pequeñas empresas, con presupuestos mucho más ajustados y con plantillas en las que una sola baja puede resultar un problema.
Sin embargo, lejos de ser una utopía para esas firmas modestas en recursos, también ocurre. En un artículo en Inc.com, cuentan la historia de MeetUp, una compañía con 75 empleados y una facturación de 12 millones de dólares al año, que ha decidido poner en marcha un programa de periodos sabáticos para los empleados. La única condición es que hayan estado allí al menos siete años.
En el caso del cofundador, Brendan McGovern, tan sólo fue necesario un correo electrónico semanal informando sobre las novedades. Era el único contacto formal que él tenía con la empresa durante los tres meses en los que estuvo viajando alrededor del mundo por 20 ciudades.
Ni en la primera economía del mundo, el periodo sabático está realmente extendido entre el común de las empresas (según un estudio apenas un 5% de las compañías lo ofrece a sus empleados). Una cuarta parte de las más grandes firmas norteamericanas sí que lo ofrecen. Pero, ¿es, realmente, sostenible? Los beneficios son evidentes: descongestión, mejor rendimiento futuro, mayor conciliación laboral y familiar e, incluso, una mejor retención del talento en la firma.
Sin embargo, pese a ello, la realidad es que para la inmensa mayoría de los trabajadores y empresas es más una utopía que una medida al alcance.
En Pymes y Autónomos | Un año sabático Imagen | Gideon Tsang