He tratado en varios post anteriores la gran dificultad que tienen los emprendedores, ya no en poner en marcha sus proyectos, si no en gestionar, ya en el mundo empresarial real, sus empresas. Ese paso de emprendedor a empresario es un salto muchas veces sin red, por lo que sería interesante instaurar procesos de mentorización donde empresarios con experiencia tutelen a los nuevos empresarios para que esa transformación sea lo menos traumática posible y así reducir la tasa de fracaso empresarial.
Estos sistemas de mentorización ya se están llevando a cabo en alguna Comunidad Autónoma como Galicia con su red de mentores. Son servicios gratuitos, ni el emprendedor paga cantidad alguna por la mentorización, ni el mentor recibe contraprestación económica alguna por participar. Sin embargo tanto uno como el otro pueden beneficiarse de este tipo de relación.
La empresa que recibe la mentorización es evidente que tiene mucho que ganar, compartir conocimientos y experiencia con un empresario ya asentado le ayudará en su transición “del laboratorio a la vida real”. Además puede conseguir contactos, asistir a actos con su mentor donde puede darse a conocer y puede dar sus primeros pasos en la vida empresarial con la ayuda de un guía. No se trata de tener un profesor que le diga lo que tiene o no tiene que hacer, ni solucionar los problemas del emprendedor en esa fase de su negocio, el mentor tiene que motivar y hacer surgir del emprendedor al empresario en el que debe convertirse.
Pero, por otro lado, el mentor también puede verse beneficiado. Recibe de la empresa mentorizada su frescura de ideas y nuevas perspectivas que el trabajo diario de dirección de empresa no le deja percibir. Le puede proporcionar creatividad, ideas innovadoras, motivación para emprender nuevas líneas empresariales y una nueva forma de mejorar y crecer. La misma motivación que debe trasladar a la empresa mentorizada debe de partir de él mismo, eso supone un nuevo reto.
En el trato personal el flujo de información debe ir en los dos sentidos y ambos pueden enriquecerse con esa relación. La mentorización proporciona a los mentores una mayor notoriedad en el mundo empresarial y, al participar en este tipo de redes, le permitirá compartir experiencias con otros mentores.
¿Por qué no fomentar este tipo de actividades? ¿Por qué no dar repercusión a un sistema que puede ayudar a mejorar la calidad de las nuevas empresas? Es un modelo barato y que, bien gestionado y con un soporte institucional, puede dar grandes beneficios a sus participantes, mentores y mentorizados.
En Pymes y Autónomos | Falta profesionalidad
Imagen | Jörg Weingrill