Somos humanos. Hasta el mayor experto en redes sociales. El más ducho en comunicación puede destrozar su imagen en un segundo. Un enfado, un malentendido, confundir que las opiniones personales pueden influir en su carrera profesional, lleva a muchos a engrosar la lista de las meteduras de pata más ridículas.
No olvidemos que un profesional o un responsable de un negocio, es la verdadera imagen de éste. Su comportamiento, su manera de dirigirse públicamente afectará tanto a la marca que representa, como al sector. Antes de darle a la tecla, es conveniente tomar aire y pensar.
Uno no sabe cuando vierte una opinión (con mayor o menor gusto) quiénes la van a leer. Actuar pensando que por bloquear a una persona, se acabó el mal proceder es un error. De hecho, no sirve para nada. Nombre y apellido quedan reflejados.
10 meteduras de pata a evitar en las redes sociales
- Utilizar el sexismo envuelto en una broma para tratar de vender más. Ofendiendo no se logra captar la atención, al menos no la positiva.
- Redactar mal un mensaje. No hablamos de faltas de ortografía, sino de no contextualizar lo que se escribe. Podemos llegar a ofender a personas que en otros países interpreten nuestras palabras con distinto significado.
- El conocido caso del director financiero de Twitter que envió lo que iba a ser un mensaje privado de manera pública, le costó que todos se enteraran de su interés por la adquisición de una nueva compañía.Borró el tuit de inmediato pero ya se sabe, lo que se escribe en una red social, queda grabado.
- No resolver una queja a tiempo, puede multiplicar hasta el infinito a un cliente usuario de una red social de nuestra empresa. Si no recibe respuesta, el efecto llamada de otros perjudicados será inmediato. El silencio no es la solución.
- Tomar aire antes de escribir. Imaginar que estás escribiendo para una sola persona o diez es un error. Uno no se dirige a su entorno, sino al mundo entero. Tratemos de ser lo más educados y correctos posible. Y si tenemos un mal día, tomar aire dos veces.
- Aprender a pedir disculpas. Últimamente se han puesto de moda algunos gestores de redes sociales dispuestos a mofarse del cliente, como si cercanía fuera sinónimo de mala educación. Imaginemos a una persona insatisfecha con un servicio y a cambio recibe una broma o un juego de palabras.
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Imagen|Esther Vargas