El comercio minorista vive en una eterna crisis, pero no todo son malas noticias. Si el nuevo consumidor opta por comprar a través de Internet, lo cierto es que no todas esas compras se realizan a través de ese medio.
El pequeño comercio, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) ha incrementado sus ventas en un 2,5% en enero respecto al mismo mes del 2017. Son fechas de compras, de rebajas, pero ya sabemos que las rebajas son cosa del pasado puesto que descuentos y promociones hay durante los 365 días del año.
Estas cifras no son para lanzar las campanas al vuelo, pero al menos ha habido un pequeño incremento. El empleo en el comercio minorista aumentó en enero en 13 comunidades autónomas.
Asturias encabeza la mayor subida (3,5 %), y descendió en Navarra y Andalucía (con un descenso del 0,1 % en ambas) y el País Vasco (con una caída del 0,8 %), mientras que se mantuvo estable en Castilla-La Mancha.
La salida para muchos desempleados fue montar un negocio en su barrio o en las proximidades. Sin formación y sin un plan de negocio claro, se vieron casi obligados por esa fiebre de emprender, que no distinguía entre un caso y otro. Ahora han tenido que cerrar.
Las buenas noticias para el pequeño comercio están lejos de ser positivas si no se produce un cambio real cuando se habla de mejoras. El comercio electrónico, junto a los supermercados,la opción preferida por los consumidores, hacen que muchos propietarios de comercios no sepan qué decisión tomar.
Desde la Administración, se lucha y se lanzan planes de impulso para que el cliente retome hábitos de antaño como comprar en su barrio. Esas campañas son un intento para que no desaparezcan del tejido empresarial comercios que forman parte del paisaje de nuestras ciudades.
En Pymes y Autónomos|Satisfacer el deseo de compra inmediato, el reclamo del pequeño comercio
Imagen|Alterfines