En un año normal un comercio entre la campaña de Navidad y la de rebajas se juega gran parte de los resultados del año. Lo cierto es que este 2020 es cualquier cosa menos normal. Y llevamos mucho tiempo con descuentos constantes sin que se recupere el consumo y la gente se anime a comprar. Porque este año la campaña de rebajas es más crítica para los negocios que nunca.
Y no tiene buena pinta. Especialmente en determinados sectores como el textil o calzado. Las restricciones, que haya menos gente en la calle o teletrabajando ha dejado claro que desanima comprar según que tipo de prendas. No es el único apartado donde las familias retraen su consumo. Y se nota en el ahorro de las familias, que se encuentra en valores de récord.
El problema aquí es que las rebajas ya no son lo que eran. Muchos consumidores no esperan con una parte de su presupuesto de gastos para utilizarlo en esta época del año. Los descuentos constantes, los outlets, la competencia de Internet, hacen que en muchos casos este presupuesto se haya consumido sin esperar a rebajas. Y los que más pierden son los pequeños comercios independientes.
Si salimos a realizar alguna compra podemos ver como estos pequeños comercios, que siempre se han resistido a ofrecer descuentos en plena campaña de Navidad, que peleaban contra el Black Friday precisamente por eso, que necesitan ese margen de beneficio para sobrevivir, no han esperado al día después de Reyes como es tradicional para empezar su periodo de rebajas y ya muchos las anuncian en sus escaparates.
Afecta significativamente al empleo. Especialmente al temporal, donde en otros años se contrataba a finales de noviembre con el Black Friday y se mantenía hasta el final de enero para cubrir navidades y rebajas. Este año todas estas contrataciones no se han producido. En muchos casos ni siquiera se ha podido recuperar a empleados del ERTE.
Y lo cierto es que necesitan vender para obtener liquidez para hacer frente a muchas facturas pendientes. Quedan meses duros por delante y el agotamiento de los recursos de muchos pequeños comercios es notable. Ya veremos si alguno no cambia el cartel de rebajas por el de liquidación.
Imagen | webandi en Pixabay