Escoger un nombre apropiado para una empresa es, desde el punto de vista comercial, muy importante. La construcción de una marca se hace desde varios aspectos: imagen, valores, productos, servicios, atención al cliente, crear sinergias con el entorno, etc. El primer paso que se suele dar para todo ello es elegir un buen nombre.
El nombre es lo primero que el mercado identifica y por tanto ha de buscarse el más apropiado. No excesivamente corto, pero no muy largo, que sea fácil de recordar y que cuide los detalles o todas las implicaciones que lleva asociado. El nuevo nombre elegido para la nueva caja de ahorros surgida de la fusión entre las dos cajas gallegas Caixa Galicia y Caixa Nova no cumple prácticamente ninguna de estas premisas, por lo menos a mí NovaCaixaGalicia no me lo parece.
Quiero suponer que si los máximos responsables de esta nueva entidad han delegado en alguna empresa la búsqueda de este nuevo nombre, ésta no ha podido trabajar con mucha libertad a la hora de aportar ideas. El problema principal es que la fusión es un dificilísimo ejercicio de equilibrio entre una entidad con sede en A Coruña y otra con sede en Vigo, ciudades enfrentadas desde hace muchos años por motivos políticos, deportivos, económicos, etc.
Como ninguna de estas dos partes quiere (o ha querido) ceder, el resultado final es este Caixa Galicia + Caixa Nova = NovaCaixaGalicia, muy sencillo verdad. Algo tan lógico como su demoninación social “Caixa de Aforros de Galicia, Vigo, Ourense y Pontevedra” como si Vigo, Ourense o Pontevedra no fueran de Galicia.
Que puede hacer un creativo en esta situación, supongo que plegarse a la presiones y proponer un nombre que es excesivamente largo, sin ninguna fuerza comercial y, para muchas personas, muy difícil de recordar, pero que al final los que deciden lo quieren así.
Para rematar, no han tenido en cuenta esos detalles a los que me refería en el segundo párrafo y el acrónimo de esta nueva marca es NoCaGa, muy fino y elegante no es ¿verdad? Desde luego, muchos dirán que lo importante es que la entidad funcione bien, que sus productos y servicios sean buenos y sea capaz de captar y fidelizar a muchos cliente. Eso no se duda, pero el primer paso no ha sido muy brillante.
Las conclusiones de todo esto es que el buen marketing no entiende de políticas, de protagonismos personales, de rivalidades geográficas. Mi recomendación para aquellos que esteis dando el paso de crear una empresa, de buscar un nombre o de generar una marca, recordad este caso y no hagais el ridículo.
En Pymes y Autónomos | ¿Tan difícil es poner nombre a un negocio o empresa?
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