Durante años muchos consumidores preferían realizar sus compras en El Corte Inglés en lugar de otros lugares por las facilidades para devolver los productos si no estaban conformes. Esa es la política que Amazon implantó hace tiempo en sus ventas, pero que ahora se extenderá a toda la plataforma, independientemente de quién sea el vendedor.
Hasta ahora devolver un producto vendido por Amazon en su plataforma era tan sencillo como imprimir una etiqueta con todos los datos para la devolución para que pasaran por su domicilio a recoger el envío. No era tan sencillo si el producto se vendía a través de la tienda de Amazon, pero lo hacían otras empresas. La política de devoluciones se extiende a todos los vendedores que quieran utilizar la plataforma logística de Amazon.
Esto supone un reto, en primer lugar, para todas aquellas empresas que venden a través de Amazon. Si ya sus márgenes son ajustados para poder ser competitivos en la tienda online, ahora tendrán que aumentar previsiblemente el número de devoluciones y los gastos asociados a los mismos. Es uno de los peajes que hay que pagar por el acceso a un mercado de millones de clientes que tiene Amazon.
Lo lógico es que toda la plataforma tenga la misma política de devoluciones, independientemente de quién sea el vendedor. Para los clientes es muy frustrante encontrarse con que un producto vendido a través de este tipo de plataformas, luego se desentienden cuando los clientes han tenido cualquier problema.
Para los pequeños comercios que tienen sus propias tiendas online también será todo un desafío. El trato más cercano al cliente era uno de sus puntos para tratar de competir con Amazon, pero si ahora se ofrecen condiciones de devolución más sencillas en las grandes tiendas online, tendrán que buscar igualar al menos dichas condiciones.
En Pymes y Autónomos | Comprar en Amazon no afecta sólo al pequeño comercio, también al empleo
Imagen | josemiguels