A nadie se le escapa que vivimos en la era de la infoxicación, de la intoxicación de información por sobreabundancia. La multiplicación de los canales con internet ha hecho que el día a día ser un bombardeo de datos que, en muchos casos, se hace muy difícil de gestionar. Es esa el factor que debe hacer que las marcas valoren qué contenido de valor aportarán en su estrategia online para no contribuir a incrementar ese 'bombardeo'.
Para empezar: ¿Por qué generar contenido? Porque llegar a las redes sociales e internet para vender con las fórmulas tradicionales no tiene mucho sentido. Aterrizar en este nuevo entorno implica un cambio de filosofía, con el que hacer desaparecer los altavoces para transmitir los mismos mensajes y el mismo trato de siempre. Una de esas nuevas vías con las que seducir a esos potenciales clientes es la generación de contenido de calidad, que les sea útil.
Por lo tanto, partimos de la base de que generar un contenido de calidad a través de las redes sociales y un blog es una vía más que interesante para un buen posicionamiento de la marca. Pero, es aquí donde hay que tener clara la realidad que comentábamos al comienzo: los usuarios de la red reciben un bombardeo informativo continuo. Ante ello,las marcas tienen que saber seleccionar muy bien lo que ofrecen y con qué frecuencia, para evitar que se convierta en algo irrelevante.
Cada empresa debe establecer su estrategia de contenido en la red y, por tanto, esas características de las que hablábamos antes. Sin embargo, sí que hay que advertir el serio riesgo de caer en el spam con el que contribuir aún más a la ya evidente infoxicación de su audiencia.
¿Contenido para enganchar? Por supuesto. Pero, tratando de mantener un principio básico: calidad siempre por encima de la cantidad.
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