Parece que una empresa nueva que sale al mercado y no tiene habilitados los canales en las redes sociales está obsoleta. Sin embargo no hay que dejarse llevar por las modas, ya que peor que no tener redes sociales en la empresa es tenerlas abandonadas o sin actualizar. En este caso en lugar de sumar, las redes sociales restan en la imagen de la empresa.
Se puede y se deben abrir los canales sociales si lo que deseamos es únicamente reservar el nombre de nuestra empresa en Facebook o en Twitter evitando de esta forma que pueda venir otra y hacerse con dichos nombres. Pero si les damos publicidad de cara a nuestros clientes, las incluimos como una forma de contacto en nuestra página web o en la firma de correo electrónico, entonces tenemos que prestarle mucha más atención.
Porque cualquiera que contacte con nosotros por esta vía, verá que esto está totalmente abandonado, y la imagen de la empresa o la primera impresión que se lleven será precisamente esa. No hablamos aquí ya de las menciones, comentarios o la reputación digital que tiene, que seguramente tampoco van a mirar y será un pozo negro para los clientes.
Pasa lo mismo que con una página web, que muchas veces quedan ancladas en el pasado y no reflejan la realidad de la empresa. Se hicieron en su momento cuando la creación de webs parecía una necesidad imperiosa y años después sigue exactamente igual. Ahora ocurre lo mismo con la ola de las redes sociales, a la que se subirán muchas empresas cometiendo el mismo error que en el caso anterior.
No vamos a dar una mejor atención al cliente por tener muchos canales abiertos. Mejor tener una buena atención por teléfono o por correo electrónico que muchos canales abiertos en las redes sociales y abandonados, donde poco más que eco van a encontrar los clientes que nos busquen por ellos.
En Pymes y Autónomos | Las redes sociales en la empresa, una herramienta para mejorar la productividad
Imagen | herbalife