Uno de los costes más importantes dentro del funcionamiento de nuestro negocio es el recibo de la electricidad, respecto al que desgraciadamente nos hemos ido acostumbrando en los últimos años a que se incremente sin parar, alegando las compañías eléctricas un elevado déficit de tarifa.
Curiosamente, y ante todo pronóstico, ha bajado en origen un 6,7%, y a falta de conocer si el gobierno congela o no la parte del recibo que regula, podríamos estar hablando de la mayor bajada de los últimos años. Algo que aliviaría a muchos negocios, para los que sus recibos corrientes pesan mucho más que hace unos años.
Aunque se trata de una noticia formidable, no se conoce si marcará tendencia o dentro de poco tendremos que afrontar nuevos alzas en los precios (que es lo más probable), ahondando más en un problema que ya hemos denunciado en estas páginas, y que redunda en una pérdida de competitividad de las empresas instaladas en España, al tener que afrontar un coste de la electricidad comparativamente mayor del que ostentan muchos países de nuestro marco de comparación.
Ante este escenario solo nos quedan dos alternativas, de un lado realizar un uso más eficiente de nuestra energía evitando derroches, y gestionando la energía de nuestro local o nave industrial como si se tratase de la de nuestra propia vivienda, y de otro lado, instalar aparatos y herramientas más eficientes, aunque esto tiene la contrapartida de que puede requerir una inversión que en el momento actual no podamos sufragar.
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