Muchos autónomos, como los profesionales liberales, trabajamos desde casa. Esto puede parecer una ventaja a la hora de conciliar, si tenemos hijos podemos vigilarlos mientras trabajamos, tenemos gran flexibilidad horaria para salir un rato a hacer la compra, todo parecen ventajas de cara a la conciliación, pero, ¿es realmente así?
Desde luego no es ni mucho menos tan sencillo como pueda parecer, la clave es conseguir organizar el tiempo, al menos para empezar, porque como veremos no se trata sólo del tiempo. Puede llegar a ocurrir que dándole la vuelta al concepto usual de conciliación, lo que te encuentres en falta es tiempo para trabajar.
- Tareas del Hogar.
Si trabajas en casa, tu pareja tiende a pensar que tienes más facilidad para dedicar un momento a esta o aquella tarea del hogar:
Poner la lavadora es un minuto, fregar los platos son cinco minutos, limpiar el polvo es media hora…. lo que al final te deja sin tiempo efectivo para trabajar, y terminas trabajando, mientras lava la lavadora, mientras se cuecen los macarrones… lo que reduce sensiblemente tu productividad.
Como estás tú en casa no es necesario contratar a nadie para que se encargue de esas tareas, con lo que al final ves que eso de trabajar en casa, no es tan efectivo ya que es raro el día que te puedes ir a dormir antes de las tantas de la madrugada. Cariño, ¡cuanto trabajas!
- Compras.
Como estás en casa puedes salir en cualquier momento a hacer la compra del día, ya no es necesario comprar para todo el mes, ni para toda la semana.
Como ocurría con las tareas del hogar, la primera víctima vuelve a ser tu productividad.
- Hijos pequeños.
Si tienes hijos que todavía no van a la guardería, la cosa se complica hasta niveles insoportables, tu horario de trabajo en casa empezará cuando los pequeños estén durmiendo. De nuevo la misma víctima, tu productividad.
Si tus hijos ya van a la guardería, al colegio, o a la universidad, el tiempo que les tendrás que dedicar irá siendo menor cada vez; lo que te permitirá un mayor control de tu tiempo
- La pareja.
Si tu pareja trabaja fuera de casa, tanto si es por cuenta ajena, como si es por cuenta propia, podrá colaborar en las tareas antes descritas en mayor o menor medida, lo que contribuirá a que puedas organizarte mejor; pero es posible que colabore poco o nada, llegue cansada del trabajo y aún te pida algo de atención.
Si tu pareja está en tu misma situación, ambos trabajáis en casa, sea en la misma actividad o no, lo deseable es que todas esas tareas se repartiesen equitativamente, pero todos sabemos que en pocos casos eso llega a ser así.
Como se puede concluir, parece que, de cara a conciliar la vida laboral y la familiar, trabajar en casa requiere un esfuerzo organizativo enorme para conseguir evitar que la vida familiar devore la vida laboral.
En Pymes y Autónomos | Conciliación de la vida laboral y el trabajo
Imagen | Fran Carreira