Muchos autónomos que en circunstancias normales trabajan desde sus centros de trabajo han tenido que desarrollar de forma temporal, ya sea obligados o no, sus tareas desde casa. Y se han dado cuenta que supone una serie de gastos que antes no tenían. Suben sus facturas de electricidad, de gas o de agua. En algún caso quizás han tenido que contratar mejores líneas de fibra para poder trabajar cómodamente. Y claro como es lógico quieren poder deducirse estas cantidades como lo harían en sus negocios. Pero con Hacienda hemos topado, consulta vinculante mediante,, ya que no está por la labor de facilitar esta deducción. La deducción de suministros cuando el autónomo trabaja desde casa es un engaño y ahora muchos se dan cuenta.
Es la promesa eternamente incumplida. Actualmente un autónomo que tiene como centro de trabajo su domicilio puede deducirse un 30% de los gastos de suministros de la parte afecta a la actividad, que es la condición que no se cumple en el caso de teletrabajar desde casa de forma esporádica. ¿Qué significa esto? Pues que si tenemos un piso de 100 metros cuadrados y hemos destinado a nuestra actividad una habitación que utilizamos como despacho, pongamos de 10 metros cuadrados, tenemos un 10% afecto a la actividad. Y esto es lo tenemos que completar al darnos de alta como autónomos.
Una deducción que no cubre los gastos mínimos
Si mensualmente tenemos unos gastos de suministros que sumen en total, pongamos el caso 200 euros, la cantidad que podríamos deducirnos es poco más de 6 euros. Esto es lo realmente debería indignar a las asociaciones de autónomos, no que durante unos pocos meses, me da igual que sean 3, 6 o 24 los autónomos que pasan a trabajar desde casa no puedan deducirse estos suministros.
¿Deberían poder hacerlo? La cuestión está clara si es un gasto afecto a la actividad económica. Son muchos los autónomos que trabajan sus horas en la oficina, pero luego siguen trabajando más tiempo desde sus hogares. Si ahora una parte de nuestro negocio lo gestionamos desde casa, pongamos la venta online que algunos han puesto en marcha, es lícito que se puedan desgravar dichos suministros. Pero siempre han dejado de lado esta cuestión porque los autónomos que trabajan desde casa de forma habitual al fin y al cabo son una minoría.
Las promesas de cambio se quedan en nada a la hora de concretar un criterio más ajustado a la norma
Y los propios partidos políticos que habían prometido cambiar la redacción de la ley para que el 30% de los gastos de suministros fuera real, nunca han llegado a modificar este asunto. No parece tener importancia. No es la única cuestión en la que se ha tomado el pelo a los autónomos. Otro claro ejemplo lo tenemos en la deducción de las dietas.
Es una cuestión de voluntad política, pero también las asociaciones de autónomos tienen que ponerlo encima de la mesa a la hora de cerrar acuerdos y pactos. No se trata solo de hacer ruido, también hay que pelear por deducciones reales, no conformarse con migajas o aceptar que esto tiene que ser así. Porque el criterio de Hacienda ha sido siempre muy restrictivo para admitir deducciones si se trabaja desde casa, si se utiliza un vehículo privado, etc. Al contrario de lo que ocurre si tenemos sede en un negocio o utilizamos vehículo de empresa.
Porque ¿quién nos dice que no pasará lo mismo con la cotización por ingresos reales? ¿Nos prometerán una cosa y a la hora de llevarlo a término tendremos otra? Pero sobre todo, si de va a dar la batalla con este tema mejor que sea para que beneficie a todos los autónomos que trabajan desde casa permitiéndoles que su deducción de suministros sea real y no la miseria que actualmente supone.