El uso coloquial de la expresión “¿esto? lo he comprado en la tienda de los chinos”, ya forma parte de nuestro léxico. Junto a ella, muchos mitos, leyendas y desconfianza hacia todo lo proveniente de ese país, ha hecho que algunos españoles rechacen a estos ciudadanos,creyéndoles poseedores de favoritismos por parte de la administración.
En absoluto busco la polémica sino que invito a la reflexión. A pensar en leyendas urbanas que de tanto repetir pensamos que son ciertas. Cuando es posible, acudo a alguna tienda regentada por chinos, al igual que por españoles. Evidentemente lo que ofrece un bazar no se equipara a lo que pueda encontrar en una gran superficie. Pero vayamos al grano.
Los chinos no pagan impuestos
Falso. Cualquier ciudadano español o no, si reside en nuestro país más de 183 días tributará en España. Como podemos leer en los artículos 8 y 9. Contribuyentes.
Quitan trabajo a los españoles
En un artículo publicado por Grudiz, Los comercios chinos no son inmunes a la crisis ya se hacía alusión a que también estaban siendo perjudicados por la crisis. El hecho de vender barato no significa que los consumidores acudamos en masa, y menos ahora, que pensamos en qué gastar cada euro.
¿Les prestan los bancos dinero?
Su forma de trabajar es distinta a la nuestra, pero también su manera de abrir un negocio. El trabajo implica a toda la familia, y eso significa que es ésta quien presta el dinero al que decide comprar un local. Por lo tanto, la primera opción no es acudir al banco. Para devolver el préstamo deberán trabajar durante largas jornadas, sin días de descanso (sobre todo al inicio)
Pero al igual que muchos comercios españoles echan la persiana, comprobamos que los bazares también. No es extraño ver a un ciudadano chino en la puerta de su bar en un barrio, donde no entra nadie. ¿la razón? también se equivocan al tomar decisiones, de bares andamos servidos.
Trabajan más que los españoles
Por experiencia propia puedo decir que muchos de esos bazares inmensos cierran los domingos; por lo tanto, descansan. Conozco tiendas llevadas por españoles que permanecen abiertas todos los días de la semana; esta decisión dependerá de la estrategia que adopte el dueño y, de si conseguirá más beneficio que gasto. Los españoles también se esfuerzan.
Pero sí, los chinos por su cultura, apuestan por la implicación en el negocio por parte de todos los miembros de la familia, creen en el esfuerzo y en el volver a empezar una y otra vez, creen en unas jornadas laborales de más de doce horas; sobre todo cuando el local ha de abrir y se realizan reformas. Saben que la deuda hay que saldarla. Esa presión contribuye a su actitud.
Algunos medios de comunicación no ayudan
Hace un par de meses saltaron a la palestra unas declaraciones de Juan Roig, presidente de Mercadona. Las reacciones no tardaron en llegar. Sobre todo al achacar a los chinos como defensores de la ley del esfuerzo, ley de la que nos alejábamos los españoles según siempre su teoría. Las generalizaciones o las comparaciones son odiosas.
Existe información a nuestro alcance que servirá para comprender mejor a estas personas,el contexto en el que se han criado y que trabajan sin descanso, puesto que para ellos, el ocio es algo secundario que llegará cuando el negocio prospere.
En el libro “La silenciosa conquista china” se hace alusión a las condiciones en las que viven muchos de sus habitantes, y de lo que tiene de burbuja ese supuesto crecimiento económico, que por supuesto no afecta a un gran número de chinos que trabajan en condiciones duras y con muchas restricciones incluso en sus propios ahorros.
Para terminar, dejo en el aire este proverbio: Donde hay educación no hay distinción de clases (Confucio)
En Pymes y Autónomos|El 44% de los nuevos autónomos en España son chinos
Imagen|Rumano