El pasado viernes, dentro de la reforma de la Ley de Sociedades de Capital, el ministro de Economía y Competitividad anunció que las empresas cotizadas deberán establecer un objetivo de representación equilibrada para el sexo de menos presencia con el objetivo de lograr una presencia similar de hombres y mujeres en los principales órganos de gestión de la compañía.
Una decisión que muchos han calificado de positiva pero que desde mi punto de vista es más populista que efectiva. El hecho de obligar a equiparar el número de hombres y mujeres en sus consejos sin ningún criterio meritocrático o puramente empresarial es una ley más machista que igualitaria.
Estamos ante un contexto de gran sensibilidad ante el machismo. Las últimas declaraciones del candidato del Partido Popular a las elecciones europeas, Miguel Arias Cañete, han sido la gota que han colmado el vaso y, quizá por este motivo, el PP haya querido dar un giro radical a su imagen en lo que a gestión de igualdad se refiere.
El hecho de que las mujeres representan únicamente el 16% en los consejos de administración del IBEX ha servido de excusa. Una realidad que contrasta con el ritmo de convergencia en la tasa de desempleo entre hombres y mujeres que, en la actualidad, es prácticamente la misma (25,1% en hombres y 26,8% en mujeres). No parece, por tanto, que este estancamiento a la hora de acceder a puestos de dirección se justifique por un único factor de falta de equidad entre ambos sexos.
En realidad, esta situación se puede explicar por el propio ritmo generacional. Los directivos que ocupan cargos de responsabilidad y participan en los consejos de administración tienen más de 50 años. Son personas que comenzaron sus carreras universitarias a finales de los setenta, cuando el porcentaje de mujeres universitarias era el 31%, un número mucho menor que el actual.
Así, el número de mujeres que empezaron y desarrollaron su carrera profesional en el plano directivo era mucho más bajo entonces y por lo tanto hay menos mujeres que puedan optar a los cargos de mayor responsabilidad dentro de una empresa a día de hoy. Parece lógico pensar que, a medida que las mujeres vayan teniendo la edad natural para formar parte de los consejos de Administración, el número de mujeres en los consejos de administración vaya aumentando y se vaya equiparando a los hombres.
Por este motivo, no parece que obligar a las empresas a establecer un criterio de paridad entre hombres y mujeres sea la medida más adecuada, atendiendo a la evolución natural que tendrán los Consejos en términos de igualdad en los próximos años.
En Pymes y Autónomos | Las mujeres autónomas están capeando mejor la crisis que los hombres Imagen | catalin82