En la actualidad la gran mayoría de los negocios se encuentra librando una verdadera 'cruzada' por conseguir mejores cotas de productividad, conteniendo sus gastos e incrementando el producto que se desprende de su actividad, pero en este empeño es cierto que ni todos los sectores están igual de posicionados, ni en todos supone el mismo esfuerzo.
Unos de los sectores de actividad en los que cuesta más conseguir este ansiado objetivo de la productividad es la hostelería, dónde muchas de las tareas son manuales y resulta muy difícil la introducción de tareas y procesos que puedan arrojar mejoras sustanciales.
Dada esta imposibilidad, la productividad se está consiguiendo únicamente por la ecuación de costes, es decir, que, los empresarios hosteleros están bajando sus precios con la crisis, y por su parte, los trabajadores del sector, cada vez están dispuestos a aceptar salarios más pequeños por una larga y sacrificada jornada laboral, siendo cada vez más frecuente las jornadas laborales de doce horas por una retribución mensual de quinientos euros.
Se que resulta muy difícil proporcionar una solución a este problema, pero tal vez deberíamos hacer un esfuerzo entre todos, buscando nuevas formas de ofrecer servicios complementarios, compitiendo en calidad y en la hoja de servicios que podemos ofrecer al cliente.
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