Sigo con los tipos de jefes, no todos van a ser malos, pero que no sean malos con los empleados, no es necesariamente bueno para la empresa.
No pretendo hacer un estudio minuncioso, pero si poner de relieve unos cuantos perfiles, y cada uno verá si reconoce a alguien o se reconoce en alguno de ellos.
- El Padrazo.
Siempre está ahí para lo que sea, se preocupa por el bienestar de sus empleados, se desvive para que no les falte de nada. Los empleados saben que si no se encuentran bien, pueden pedirle la jornada libre, y no va a haber ningún problema. Los empleados trabajan bien y sin presión, pero siempre hay alguno que se aprovecha, y pide para irse a casa al menor dolor de cabeza. El riesgo está en que sea demasiado blando y al final los empleados le tomen el pelo y se aprovechen, lo que convertirá un ambiente apacible y tranquilo en una sala de recreo.
- El Colaborador.
Está en su despacho, pero en momentos de tensión trabaja como un empleado más. Los empleados lo respetan y lo admiran, se sienten involucrados en la empresa. Si sabe dosificar la tensión y ayuda sólo cuando es realmente necesario, puede ser muy beneficioso, el ambiente es bueno y el trabajo sale adelante. El problema es si se involucra en exceso en la ayuda a los empleados y acaba haciendo su trabajo y el de los empleados, acabará desgastándose prematuramente y puede sentir que le toman el pelo, lo que no será bueno para nadie.
- El que no sabe delegar.
Asume más carga de trabajo de la que le corresponde, quiere estar al tanto de todo, abarcarlo todo. Eso genera una gran cantidad de estrés, tanto para el como para el equipo, al que ve como un montón de incompetentes incapaces de hacer nada sin él. Los empleados trabajan estresados y sin orden, es difícil organizarse, todos se ocupan de todo y al final nadie se responsabiliza de nada.
Siguen quedando tipos en el tintero, ¿habéis reconocido algún perfil?
En Pymes y autónomos | Curroalcohólicos: Jefes adictos al trabajo Imagen | Fran Carreira