Mujer, cuidadora y trabajadora: el día 8 de marzo también somos invisibles

Mujer, cuidadora y trabajadora: el día 8 de marzo también somos invisibles
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HOY SE HABLA DE

Espero que se me permita hablar en primera persona. Soy autónoma y redactora. Desde 2015 cuando a mi padre le diagnosticaron demencia con cuerpos de Lewy, me convertí en enfermera, psicóloga, fisioterapeuta, en madre de mi padre. Hoy es el Día Internacional de la Mujer y pensé que era el momento de contar mi historia que es la de muchas mujeres.

No tengo hijos. Sin embargo, pasé de la noche a la mañana, a atender a mi padre como si fuera uno. Al trabajar desde casa parecía que era más fácil. No lo fue. Ni ayudas, ni apoyo, ni visibilidad. Nadie hablará de nosotras hoy porque está asumido que sea la mujer quien se encargue de cuidar como una obligación.

Generación sándwich, mujer que cuida de sus hijos y de sus padres

Así denominan desde EL SALTO a las mujeres que tienen hijos a una edad en la que sus padres comienzan a tener achaques y también se encargan de ellos. En realidad, el término lo acuñó la trabajadora social Dorothy Miller, en 1981.

Cuando el término feminismo ocupa titulares, tertulias y Twitter se llena de lemas que quedan en frases para estampar en una camiseta, pienso en una mujer que debe aparcar sus sueños a nivel personal y profesional porque la costumbre y el sentido de la responsabilidad le empujan a que se quede en casa, escondida y pasándolo mal.

La ley de Dependencia debería ser conocida como 'la ausente'. Quizás llega, pero tarde

Conciliación. La palabra mágica. Trabajar y poder disfrutar de tu familia, hijos, amigos, vivir. Año 2023, ¿Cómo se puede asumir el cuidado de una persona mayor dependiente en un hogar con un sueldo normal de entre 1.000 y 1.400 euros, con hipoteca de unos 500? Admito sonrisas y muecas. En este momento los sueldos no llegan ni al Salario Mínimo Interprofesional (SMI) entre muchos autónomos.

Obviamente, la mujer renuncia a su empleo y así, señoras y señores se resuelve el problema de la conciliación. ¿Pero qué sucede cuando, como en mi caso, no tienes pareja? Renuncias a un sueldo digno y trabajas el doble por nada.

Una mujer cuidadora no es una heroína, es una persona que ejerce siete profesiones diferentes y acaba agotada

No sé qué hacen el resto de mujeres cuando se convierten en cuidadoras. En mi caso, mientras recordaba a mi padre cómo se llamaba, los nombres de sus familiares y a qué se había dedicado durante cuarenta años, escribía por las noches. Abrí un podcast y comencé un libro. Aliñemos la situación con redactar artículos, apoyar a mi madre y mantener la cordura.

Cuando oigo hablar de personas que ingresan a sus mayores en residencias lo entiendo a la perfección, pero no todos podemos permitirnos ese lujo, porque lo es. Sobre todo, si quieres que no le falta de nada.

España es país para viejos, aunque a partir de los 45 encontrar un trabajo resulte una quimera

España es un país que envejece a marchas forzadas, tarde o temprano todos pasaremos por esta experiencia, la de cuidar sin que nadie cuide de ti.

Sin embargo, el 8 de marzo Día Internacional de la Mujer se ha convertido en una suerte de discusiones entre diferentes partidos políticos, en vez de en un día para reivindicar el trabajo que realizan mujeres anónima en sus hogares. Un trabajo que no saben cómo desempeñar porque nadie te enseña.

El día 8 de marzo deja en un segundo plano a mujeres que ayudan a que este país funcione y sea un poco mejor

Hoy es el día de todas esas féminas que ocupan los asientos de los autobuses temprano, cuando ya han dejado muchas tareas de la casa resueltas. Hoy es el día de esas mujeres que crían solas a dos niños.

Hoy es el día de esa mujeres cuyas parejas tienen una enfermedad por la que no perciben una ayuda y pelean a diario por llevar un sueldo a casa. Las disputas entre mujeres que no conocen estas realidades nos resulta ofensivo.

Desde aquí, deseo un feliz día hoy, mañana y al siguiente a todas esas mujeres que no pudieron elegir en pleno siglo XXI, en España, Europa si continuar con su trabajo o atender a un padre o a una madre que lo dio todo por ellas. Ser autónomo es duro, ser autónoma y cuidadora más. Mucho ánimo.

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    • interesante

      Su situación es dura y complicada sin duda, y se lo digo desde el conocimiento de causa de un núcleo familiar en la que a pesar de ser muchos (unas once personas en condiciones de cuidar entre hijos y nietos), se han juntado a la vez 5 infantes, un adolescente, (el niño mayor ya no es niño por suerte para todos) y 3 personas mayores extremadamente dependientes, una de ellas falleció hace poco, tras un largo y cruel proceso, pero otra que era relativamente autosuficiente ya está dejando de serlo, si no serían 4…

      De los once la mayoría trabaja, alguno ya está jubilado (pero lógicamente sus energías son reducidas) alguna persona vive en otra comunidad autónoma…

      Mas o menos la mitad son mujeres y la otra mitad son hombres y efectivamente hay diferencias en la implicación, algunas personas se dedican más a los niños otras a los mayores, algunas se dedican al acompañamiento y los cuidados, otras mas a la logística y los trámites que hay muchísimos, otros aportan recursos en forma de dinero….

      Algunos de los hombres se involucran mas que algunas de las mujeres y viceversa, a veces es simplemente por circunstancias coyunturales y pasadas éstas, el equilibrio de esfuerzos cambia…

      Nuestra familia con rangos de edades entre los 3 y en breve los 93 años tiene diversas experiencias vitales y diferentes educaciones recibidas, algunas costumbres mas tradicionales están presentes mientras que otras no, no es una familia con muchos valores de esos que se califican de heteropatriarcado.

      Entiendo no obstante que en la generalidad del asunto, estamos mas cerca de la excepción que de la norma, pues yo mismo puedo ver ciertas conductas dignas (o indignas) de otros tiempos presentes en muchas personas en mi entorno, que si bien no parecen llegar al terror y abuso sistemático que proclama el feminismo, tampoco significa que no existan y por tanto considero que mi familia no es ejemplo de norma.

      Su caso es muy duro, principalmente porque esta usted sola, no tiene a nadie con quien repartir la carga, las penas, la aplastante responsabilidad, pero por cruda que sea, al igual que mi situación concreta no es suficiente para demostrar o refutar nada, la suya tampoco lo sirve para dar pábulo a falacias ideológicas …. Spoiler, esto sin embargo es incuestionable, si usted fuera un hombre y todo lo demás fuera igual, estaría usted en una situación muy similar.

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    • Avatar de jorgerodriguezparada Respondiendo a jorgerodriguezparada

      Qué bonito leer a una persona que cuenta con naturalidad un caso en el que una familia entera se ve involucrada en el cuidado tanto de mayores dependientes como de niños.

      Mi enhorabuena a cada miembro de esa gran familia. ¡Once son muchos! :)

      Es cierto que si fuera hombre las circunstancias serían las mismas pero, las cifras están ahí: a la hora de cuidar de un familiar dependiente son las mujeres las que en su mayoría dejan su trabajo para hacerse cargo. A diario tengo que leer diferentes estudios donde queda claro que el perfil del cuidador es una mujer entre 45 y 50 años con problemas de depresión, ansiedad y una precaria situación laboral.

      Mi entorno también confirma esta situación, son más las mujeres que se hacen cargo de padres, madres y abuelos. Ni siquiera trato de atacar a los hombres en este artículo, no me considero una feminista que tiene como objetivo atacar al hombre porque sí.

      He conocido el caso de un hombre (buen amigo) que cuidó de su madre hasta el final. Eso sí, contaba con el apoyo de sus hermanas. Y ahí está el quid de la cuestión, la soledad.

      Me gusta la sociología y uno de los mejores lugares para hacer un estudio de campo sobre este tema es ir en autobús o pasar por un hospital, en el 90% de los casos, quienes acompañan a sus mayores son mujeres.

      Su caso es una excepción que debiera convertirse en lo habitual, pero desgraciadamente no lo es.

      Estoy sola relativamente porque tengo un núcleo fuerte de amigos y familia en la distancia que apoyan y ayudan como pueden.

      No me quejo ni me considero parte del llamado 'sexo débil' si estuve al lado de mi padre, como lo estoy ahora de mi madre, es porque creo en la igualdad por este motivo no creo que se perciba una pizca de lamento en mis palabras.

      De hecho, si buscan la igualdad, muchas mujeres deberían ponerse en la piel de algunos hombres. Creo que mis palabras estaban más enfocadas a esa idea de que por costumbre, tradición o porque parece que las mujeres tenemos implantado un chip de cuidadoras..., acabamos ejerciendo ese papel cuando en la familia hay más personas que podrían hacerse cargo o al menos, compartir (como hacen en la suya) los cuidados.

      En todo caso, me siento orgullosa de mi labor. De haber estado junto a él hasta su último día y a nivel personal he aprendido a discernir entre lo importante y lo que no lo es. El tiempo es oro y su comentario merecía una respuesta porque es una prueba de que las cosas se pueden hacer de otra forma si la empatía y la unión son los pilares de la familia en el siglo XXI.

      Un abrazo

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