El próximo 28 de abril se celebran nuevas elecciones generales en España y las pymes y los autónomos volverán a estar en el punto de mira de la propaganda de los principales partidos. Como siempre, será algo coyuntural, mientras dure la campaña electoral, para volver a ser los grandes olvidados cuando al partido de turno le vuelva a tocar gobernar.
Muchas de las principales promesas electorales se dirigen a este colectivo. El Partido Popular de Pablo Casado ha prometido rebajar el impuesto de sociedades por debajo del 20%, y Albert Rivera ha propuesto una tarifa plana de 30 € para aquellos profesionales que ejerzan su actividad en el entorno rural.
Sin embargo, por el momento, son medidas con poco impacto sobre el colectivo. Es difícil llevar a la práctica una rebaja de impuestos como la que propone Pablo Casado que, en todo caso, tendría efecto sobre las grandes empresas y empresas de tamaño mediano, ya que la mayoría de cooperativas, microempresas y empresas de reciente creación tributan por este tipo o inferior.
La tarifa plana sigue siendo el gran caballo de batalla de los principales partidos políticos. Todos ellos juegan con ella para reducir las cotizaciones sociales con tal de no atajar una de las principales preocupaciones que tienen los autónomos: los elevados costes laborales que tienen que abonar todos los meses a la Seguridad Social.
Los líderes políticos parecen no conocer los problemas reales de los emprendedores en España. Ni una sola mención a una solución real para la segunda oportunidad, ni al IVA de caja, ni al robo que siguen sufriendo los autónomos en pluriactividad, ni a cómo se solucionará el cese de actividad ni, por supuesto, a la esperada cotización por ingresos reales.
Lejos de atajar o dar respuesta a las principales preocupaciones de los autónomos, se centran en poner un parche sobre otro con tal de no acometer las reformas que el colectivo demanda.
La insuficiente asociación de este colectivo sigue siendo su principal talón de aquiles. Mientras los emprendedores no sean capaces de asociarse, el único momento en el que escucharán su nombre será en plena campaña electoral con el objetivo de captar votos de este lado.
Pero luego, nada de nada.