En mi último post inicié una miniserie de tres dedicados a propuestas fiscales anticrisis. Y es que, frente al todo vale del gasto público en el que parecemos inmersos, cabe preguntarse si no hay otras formulas que sean capaces de mantener viva la demanda, y con ella la oferta de bienes y servicios que se encarna en las empresas. Y no olvidemos que hablar en España de empresas es hablar de pymes. Si en el primer post señalamos la posibilidad de implantar el carry back, o aplicación retroactiva de perdidas a ejercicios fiscales anteriores, esta vez hablaremos de la posibilidad de la eliminación transitoria del IVA, de su supresión temporal.
La propuesta la he extraído del Blog de Xavier Sala-i-Martin (si, el profesor de Columbia vinculado al FC Barcelona y a las chaquetas postmodernas). Xavier Sala-i-Martin es un significado liberal, y cómo es obvio su propuesta barre ideológicamente para casa. No teniendo yo ningún problema en ello comprendo que lo pueda ser para otras personas. Quizás estas objeciones cambien tras desmenuzar su razonamiento.
Sala-i-Martin defiende que no podemos quedarnos en la explosión del gasto público como medida anticíclica. La política fiscal puede usarse para elevar el gasto público o el gasto privado. Y esto último se lograría poniendo más dinero en manos de la gente, lo cual es seguramente más legítimo y más eficaz. Y dentro de las medidas fiscales más eficaces, más inmediatas, se decanta por la eliminación transitoria del IVA:
En cambio, una reducción del IVA no tiene el mismo problema: si mañana a las 10 mañana se eliminara el IVA, a las 10 y un minuto la gente vería que lo que antes les costaba 100 ahora les cuesta 90 por lo que los 10 restantes podrían ser utilizados para comprar otras cosas. Del mismo modo, las empresas que tiene que guardar dinero para pagar el IVA, de repente tendrían recursos para gastar. Una eliminación del IVA, pues, sería una transfusión directa e instantánea de dinero a las venas de la economía. La pregunta es: ¿cómo sabemos que los ciudadanos gastarían los euros resultantes de la rebaja impositiva en lugar de ahorrarlos? Pues la verdad es que no lo sabemos. Por esto mi propuesta de política fiscal sería la eliminación del IVA, pero no la eliminación permanente sino temporal. Es decir, se debería anunciar la desaparición del IVA durante el 2009 (o hasta que se acabe la crisis) y su reaparición en el futuro. De ese modo, los precios serán más bajos si y sólo si se gasta en los próximos meses. Eso induciría a los ciudadanos a gastar ahora, que es cuando se necesita. Resumiendo, tanto el argumento de la eficiencia como el de la inmediatez sugieren que la mejor política fiscal para luchar contra la crisis es la reducción o eliminación temporal del IVA.
A mi esta idea me sugiere las siguientes reflexiones:
- La eliminación del IVA supone de facto una reducción de precios. Habrá quien defienda que en determinados sectores, para determinadas empresas, les resultará entonces muy fácil elevar sus margenes, de tal modo que la rebaja no llegue al cliente final, que seguirá pagando lo mismo. Frente a ello, creo que difícilmente eso pasar en el contexto actual de competencia feroz. Y si en un sector no hay competencia, eso no es un problema fiscal, de la existencia o no del IVA, es una cuestión de la que si debería ocuparse el Gobierno removiendo (si le interesa) esos oligopolios/monopolios. Pero incluso si finalmente esa transferencia de fondos no llega al 100% a las familias me parecerá bueno, ya que nutrirá en buena medida las cuentas de las empresas garantizando su subsistencia y evitando que sus empleados engrosen las listas del paro.
- Entiendo la estrategia aquí-te-pillo-aquí-te-mato que defiende el artículo. Ahora bien, Xavier expone como esa eliminación temporal del IVA conduce a que la empresas se apropie de ese IVA recaudado cuyo fin último era el ingreso en las cuentas de Hacienda, pero…¿qué pasa con el IVA soportado? Igual no son muchas, pero hay más de una y más de dos empresas que conozco que, bien por las inversiones realizadas, bien por ser netamente exportadoras, bien por el juego de distintos tipos de IVA, tienen derecho a devoluciones sustanciosas de IVA. Es más, su plan financiero, su previsión de caja, etc, ha tenido en cuenta este hecho. ¿Qué pasa con ellas?, ¿se quedan si esa devolución?, ¿son los corderos a sacrificar?
- Evidentemente, dada la competencia europea en el Impuesto que se recuerda en el artículo veo harto improbable la aprobación de una medida de este tipo, aún más que el carry back. Pero ello no quita para que reflexionemos sobre la misma y sobre los fundamentos de la misma, que quizás se pueden obtener a través de otro método.
Vía|Blog de Xavier Sala-i-Martin
En Pymes y Autónomos|Propuestas fiscales anticrisis (I): el carry back
Imagen|Adam (adamjinj)