Uno de los problemas de muchos de responsables de las empresas es saber cuando delegar. Sobre todo ocurre con los mandos intermedios, no se delegan responsabilidades porque de esta forma se busca ser imprescindible, que la información se quede en esta persona y cuando ocurra algo tengan que recurrir a ella. Aparece como el salvador, pero en realidad es un problema para la empresa.
Si se trata de un alto ejecutivo de la empresa se supone que ya es imprescindible por los conocimientos, por su capacidad resolutiva, etc. Esto no ocurre necesariamente con los mandos intermedios, que muchas veces vienen de cuadros inferiores y se pueden sentir amenazados si otros trabajadores que están a su mando tienen la misma información que ellos.
A mi me parece un error, aunque es algo que he vivido en diferentes empresas. El mando intermedio tiene que ocuparse de que se cumplan las directivas y planes de trabajo establecidos por la dirección, quitar problemas y ser un motivador para los trabajadores que tiene a su cargo, además, por supuesto de un apoyo.
Si el conocimiento queda retenido en estos cuadros supondrán a largo plazo un obstáculo para el desarrollo de la empresa y también están haciendo mal su trabajo al no documentar adecuadamente dichas soluciones y conocimiento. Al final, llegará un punto donde la empresa se plantea si necesita crecer si podemos seguir trabajando de esta manera.
El conocimiento en la empresa al final no es otra cosa que capacidad de ejecutar trabajo. Luego ya depende de este mando intermedio dirigir el equipo para lograr que se cumplan los planes de trabajo de la forma prevista, que no suele ser una tarea fácil ya que siempre hay inconvenientes.
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