Una de las medidas de seguridad más utilizadas en todo lo que tiene que ver con el universo digital son las contraseñas. Aprender a administrarlas puede ser un problema ya que cada vez las utilizamos en más servicios. Por eso muchos usuarios acaban por poner siempre la misma para todo. Esto supone un grave riesgo, ya que si se descubre todos los servicios quedarán expuestos. Por eso al menos una vez al año es conveniente renovar nuestras contraseñas de acceso a nuestro ordenador o servicios web.
Por lo que se refiere al ordenador, en muchos casos se obliga al usuario a cambiar la contraseña cada mes, con restricciones que obligan a no repetir o que no coincidan con las anteriores, de manera que siempre van cambiando. No ocurre así con los servicios web o el correo electrónico, por lo que es recomendable imponernos una nueva clave.
Lo ideal es utilizar alguna regla que nos permita recordar la contraseña de forma sencilla, pero evitando que tenga coincidencia con una palabra del diccionario, que siempre son las más sencillas de que nos las capturen y utilicen de forma inapropiada. Un ejemplo sencillo son las contraseñas de correo electrónico, que muchas veces no se cambian durante años, especialmente si utilizamos un gestor como Outlook para administrar varias cuentas.
Las empresas deberían tener una política clara de cómo administrar las credenciales de acceso. En las de mayor tamaño hace años que se tomaron las medidas adecuadas, pero en las más pequeñas lo cierto es que siempre han sido más relajadas en este aspecto. Sin embargo cada día son más los servicios online que utilizamos en la empresa, por lo que es fundamental cambiar de forma regular nuestras contraseñas.
Es un aspecto al que no se da la importancia adecuada, pero que cuando han quedado al descubierto por cualquier motivo nos damos cuenta de la cantidad de problemas, de servicios, accesos a nuestros equipos informáticos, etc. que quedan expuestos a que cualquiera pueda acceder o secuestrar nuestra identidad digital.
En Pymes y Autónomos | Las contraseñas en la empresa no son ninguna broma
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