Llegamos a trabajar con la jornada continua en verano y tenemos una larga mañana por delante que nunca va a finalizar. Vamos a tener tiempo para todo, pero si nos descuidamos y nos distraemos es posible que al final las tareas que hemos concluido no son tantas como esperábamos. Por eso vamos a ver cómo evitar caer en los ladrones de tiempo durante la jornada de verano.
Porque tal vez durante el resto del año tenemos más estructurada nuestra jornada laboral, más acomodada a otro horario y si no gestionamos bien en verano, entre el cambio de rutinas y la proximidad de vacaciones tenemos la posibilidad de quedar atrapados en ellos con mayor facilidad.
Parece que tenemos toda la mañana por delante, que tenemos tiempo más que de sobra pero luego acabamos a última hora de la mañana con el trabajo acumulado corriendo para finalizarlo antes de la hora de salir o incluso saliendo tarde para acabarlo.
Tal vez porque nos cuesta arrancar un poco más por la mañana, porque empezamos una hora antes del horario habitual, etc. pero el resultado es que no empezamos la jornada con las rutinas habituales y esta es la clave.
Para mi el correo electrónico y la lectura de noticias de actualidad son los dos lugares donde más peligro tengo de quedar atrapado. El correo, no lo abro hasta que no he finalizado las tareas que tenía programadas del día anterior y procuro gestionar de forma ordenada, aprovechando los tiempos entre tareas principales, sin responder a los correos inmediatamente.
También me funciona muy bien centrarme primero en una tarea importante, para desatascarla, poder acabarla y luego atacar otras tareas más pequeñas que requieren menos tiempo. De manera que he gastado mi energía en la tarea principal y una vez finalizada puedo atacar otras que llevan menos tiempo, son menos importante pero que también consumen mi capacidad de concentración.
En Tecnología Pyme | Los ladrones de tiempo son más peligrosos en verano
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