Atrás quedaron los tiempos en los que un teléfono móvil era casi un artículo de lujo, y eran pocos los profesionales que disponían de un terminal. Un precio prohibitivo, escasa autonomía, gran tamaño y una cobertura limitada reservaban esos prehistóricos terminales a círculos de directivos y poco más.
Afortunadamente esos no tan lejanos tiempos han quedado en el olvido. Hoy en día resulta un artículo tan necesario para los profesionales como la tarjeta de visita. Pero claro está, la telefonía móvil ha evolucionado junto con las necesidades del negocio, convirtiéndose en una pieza necesaria para el desarrollo de las pymes tecnológicas. Este gran paso ha sido posible gracias a lo que algunos denominan la convergencia digital.
Actualmente nuestras necesidades en el entorno de trabajo no sólo pasan por “estar localizables” o “tener la posibilidad de hacer unas llamadas en cualquier parte”. El tener un asistente personal que gestione nuestra agenda diaria, nuestras diferentes cuentas de correo, nuestros servicios de facturación o de logística... y que de paso nos guíe en los viajes, es algo cada vez más demandado y necesario en el sector profesional. Como apartados más demandados por los profesionales podemos resaltar:
- Conectividad: por medio de HDSPA, WiFi y Bluetooth.
- Plataforma: un sistema operativo que cuente con un buen número de aplicaciones software disponibles.
- Ofimática: ser capaz de leer (y editar en algunos casos) la mayoría de formatos de documentos de texto, tablas, etc...
- Autonomía: la suficiente para hacer un uso diario intensivo, sin que deje colgado a uno antes de terminar su trabajo.
- Web: correo electrónico, mensajería instantánea, navegación...
De todo esto se han dado cuenta los fabricantes, ofreciendo modelos cada día más todo en uno y desplazando los terminales más básicos para el sector particular fundamentalmente. Y es que para lo que un particular resulta un privilegio, para un profesional es una necesidad en la mayoría de los casos.
¿Qué futuro aguarda a los profesionales en este sentido?. Según comentó Reyes Justribó (directora de márketing de Nokia en España) en el pasado Mobile World Congress, “el gran sustituto del ordenador dentro de 5 ó 6 años será el teléfono móvil, porque necesitamos los servicios cuando sea y donde sea, y eso no lo puede hacer un ordenador que está en casa”. Y quien dice en casa dice en la oficina (segundo hogar para muchos y primero para algunos).
Pero no es oro todo lo que reluce, ya que esta llamada “convergencia digital” en la telefonía móvil podría causar que la curva de aprendizaje en el uso total de un terminal sea cada vez más acentuada. Por ejemplo no es de extrañar que uno se pueda perder fácilmente en algún submenú/opción cuando se está familiarizando con su nuevo móvil. Tenemos que considerar además, que en el momento de la adquisición de un terminal de este tipo pasaremos a estar conectados 24 horas a nuestro negocio, muy interesante pero con sus incovenientes: mails en nuestro tiempo de ocio, solicitud de mensajería instantánea, alertas, etc...
Con tanta inclusión de características, se supone que el uso que se le va a dar al terminal aumentará exponencialmente, por lo que desde aquí hacemos un llamamiento a los fabricantes para que apuesten por un fuerte desarrollo de las baterías. Estas son una asignatura pendiente en el avance tecnológico, las prestaciones aumentan sin embargo la autonomía se queda igual e incluso disminuye cuanto más avanzado sea el terminal. La autonomía resulta una pieza clave en el trabajo, y es un detalle que nunca debemos pasar por alto.
Comentado todo esto, ¿estáis a favor de la “conversión digital” para el entorno profesional o seguís usando vuestro viejo busca?
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