Una de las cuestiones que más irrita a los trabajadores de una empresa son los fallos del sistema y sobre todo en muchas ocasiones son las aplicaciones web las que fallan o van tan lentas en el tránsito entre pantallas que puede llegar a provocar el estrés de la web para los trabajadores. Es esa sensación de tener acumulado un trabajo y ver como se eterniza nuestro ordenador en cambiar de pantalla.
Muchas veces no es sólo cuestión de las aplicaciones, sino de como está estructurada la aplicación, cómo se conecta y donde está el cuello de botella, en caso de tenerlo. El resultado siempre suele ser el mismo, el trabajador se irrita y tiende a ponerse nervioso, a clickear más de la cuenta, con lo cual reitera órdenes y ralentiza aún más las tareas pendientes o puede cerrar la aplicación y volver a abrirla, con lo cual se aumenta todavía más el tiempo en espera. Muchas veces no es imputable a la propia aplicación web sino a unos equipos cortos de recursos, y que apenas pueden mover con soltura las aplicaciones que tienen. En algunos casos se puede llegar al absurdo de funcionar con aplicaciones web optimizadas para resoluciones de pantalla mayores de las que admiten las pantallas de los usuarios que las van a utilizar. Es el colmo del absurdo, pero a veces pasa.
Si cada vez las empresas están apostando más por este tipo de aplicaciones, ya sea bajo modelo SaaS o con otros modelos, es importante que funcionen correctamente. La productividad no puede verse mermada en este sentido por una mala planificación o por cuellos de botella que ralentizan de forma innecesaria las aplicaciones web de las empresas.
Esta irritación en los empleados crea frustración y provocan una sensación de pérdida de tiempo. Todo ello puede llevar además a la desesperación de los empleados y a no involucrarse en el desarrollo de sus tareas, puesto que no sienten que el tiempo que pasan delante de sus ordenadores es productivo, y pasan más tiempo esperando a que cambie la pantalla que trabajando con la aplicación.
Desde luego para las empresas utilizar aplicaciones web puede se muy interesante por muchos motivos, pero esto no puede ser una excusa para que no funcionen adecuadamente las aplicaciones. Es cuestión de redimensionar correctamente los servicios que se van a prestar. Una vez redimensionado adecuadamente el servicio podemos plantear si una aplicación vía web será un buena apuesta para nuestra empresa o no.
Vía | IDG En Tecnología Pyme | Microsoft Web Application Installer: lanzar servicios web con facilidad Foto | purpleslog