Cuando las cosas van mal, mientras tengamos margen de maniobra las empresas tenemos que hacer lo posible por salir a flote, buscar nuevos clientes, abrir mercados y hacer las piruetas necesarias para obtener la máxima rentabilidad de las iniciativas que adoptemos.
Uno de los medios dónde expandirse resulta más económico y potencialmente rentable es internet, sobre todo si nos aprovechamos de ésta para vender nuestros productos. Aunque han sido las grandes compañías las que han tirado la primera piedra en este entorno, el medio es perfecto para una pequeña empresa, sobre todo si sabe aprovecharlo adecuadamente.
El coste de poner tienda en la red se ha reducido ostensiblemente en los úlitmos años, de la misma manera en que lo ha hecho la dificultad de mantener y organizar un sitio de este tipo. Podemos acceder a paquetes que cubren todas las fases del proceso de ventas de forma prácticamente automatizada, desde la recepción del pedido hasta el envío del mismo al cliente. Algunos argumentos a favor de la idea y un par de consejos para hacerlo bien, a continuación.
- Más clientes: el número de internautas ha aumentado, y el 40% de ellos no sólo navegan, sino que compran por internet, así que cada vez tienes más salida para tus productos (y oportunidades para introducir otros nuevos, por que no).
- Disponibilidad: una tienda en internet nunca cierra, siempre está disponible, y eso es una ventaja importante y a considerar. Además, facilitas mucho la vida a los posibles compradores. No tienen que desplazarse y pueden comprar desde su casa, desde el trabajo, desde dónde sea.
- Combinar la puesta a disposición de tus productos en internet con una estrategia de marketing adecuada. Posicionamiento en buscadores o campañas de publicidad en internet son también abordables económicamente hablando y nos pueden ayudar en el empeño.
- Contrata profesionales. Es fundamental que todo funcione correctamente, desde la recepción de los pedidos, el procesado de los pagos, los envíos, la gestión de posibles reclamaciones, etc. todo debe funcionar a la perfección y, ocuparnos de ello (sobre todo si tenemos éxito) puede ser un quebradero de cabeza en caso de tener problemas con nuestro sistema.
No son soluciones muy caras, se pueden encontrar algunas, repletas de funcionalidades desde 30 euros al mes, así que tampoco necesitamos de grandes recursos, como queda patente en los ejemplos que nos proponen en Pymes y Autónomos, iniciativas de emprendedores que, apoyándose en estos sistemas, aumentan las posibilidades de éxito de una buena idea inicial.
Foto | wmagni
Vía | Pymes y Autónomos
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