Reconozcámoslo nadie se lee los términos y condiciones de los servicios o aplicaciones de Internet en los que se registran y utilizan. Esto que a nivel personal puede ser algo trivial, en el caso de las empresas es un contrato vinculante que puede dar lugar o imposibilitar las reclamaciones posteriores. Por eso si estás pensando en dar el salto a la nube primero es necesario entender el contrato que se va a firmar.
Las empresas están acostumbradas a tener su propio servidor. A responsabilizarse de su mantenimiento y de que esté operativo. También a realizar las copias de seguridad de los datos. Pero con los servicios de la nube dependen de terceros. Todo está regulado por un contrato, que incluye los servicios que se prestan, en qué condiciones, o qué tiempos de asistencia tienen en caso de incidentes.
No se puede dar nada por supuesto. Si en tu contrato de servicio no están incluidas las copias de seguridad, simplemente no se realizarán. Si tenemos una limitación de descarga de datos y un extra cuando se supere dicho límite, nuestro recibo mensual aumentará cuando lo hayamos hecho. Si tenemos 8 horas laborales para restablecer el servicio, ese será el límite al que la prestadora de servicios puede atenerse.
Además es imprescincible que las ofertas que tienen las empresas sobre la mesa tengan parámetros semejantes para que se puedan comparar ofertas y elegir la más conveniente. Y esto no siempre ocurre así. En unos servicios nos cobran por usuario, en otros por espacio, por número de procesadores, memoria o ancho de banda que vamos a utilizar.
Por último es importante saber dónde se van a alojar los datos de nuestros clientes a efectos de cumplimiento de la LOPD. No es lo mismo que el centro de datos esté dentro de la Unión Europea, que fuera. Es fundamental cumplir con la protección de datos según la normativa europea.
El salto a la nube tiene que simplificar la adopción y mantenimiento de herramientas para la pyme. Si no se sabe que tipo de servicio se ha contratado, el uso y la adopción de las herramientas se simplifica, pero no así el mantenimiento, que no se tienen claros que conceptos entran en contrato y cuales no.
En Pymes y Autónomos | Preguntas que toda empresa debe hacerse antes de lanzarse a la digitalización
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