Mantener un nivel de concentración constante a lo largo del tiempo es algo realmente complicado. Todos tenemos días buenos y días malos, días donde las tareas fluyen y vamos cerrando temas de forma sencilla y otros donde las cosas se enquistan, nos cuesta centrarnos en un tema y sentimos que no avanzamos. La concentración no es un botón que se enciende y se apaga a nuestro capricho. Es necesario el descanso y por eso os voy a contar por qué elegí un sitio sin cobertura para mis vacaciones de verano.
No hablo de lugares donde tengamos mala cobertura en nuestros smartphones, sino aquellos directamente donde no vamos a poder conectarnos a Internet y donde con suerte podamos tener acceso a la línea telefónica para recibir llamadas y SMS, pero también podemos encontrar lugares sin esta posibilidad.
Descansar del trabajo es una obligación
Puede parecer sencillo pero muchas veces cuando estamos de vacaciones y llevamos el smartphone con nosotros echar una miradita al correo electrónico, mensajería instantánea, redes sociales del trabajo puede resultar tentador. Sobre todo en los días iniciales del descanso, que podemos tener temas pendientes, y en los finales si queremos anticipar algo.
Esto va a provocar que la sensación de descanso sea mucho menor, que parece que hemos estado de vacaciones menos días, que no tengamos este momento de relax necesario, de olvidarnos de todo que necesitamos para limpiar nuestra cabeza de cuestiones laborales y empezar de cero.
Si ya es complicado hacerlo si tenemos fuerza de voluntad, ya en muchos casos tenemos en nuestras redes sociales de ocio, contactos del teléfono, etc. a compañeros de trabajo que sin quererlo nos llevan a pensar en temas pendientes, nos han consultado alguna duda, etc.
En mi caso lo cierto es que me cuesta desconectar. Soy de los que se levantan por la mañana y lo primero que hacen es mirar el correo y también lo último que hacen antes de acostarse. Poco a poco voy aprendiendo a que no pasa nada si en un momento dado el móvil se queda en casa, pero es rara esta desconexión.
Unos pocos días de conexión, una mejora de productividad por un largo periodo
Por eso elegí un sitio sin conexión a Internet para pasar las vacaciones. De esta forma me obligaba a desconectar una semana completa, sin correo, sin redes sociales, sin noticias de Internet, o incluso televisión. Sólo me permití llevar conmigo un libro electrónico con un par de novelas, nada de trabajo.
Los sitios con poca cobertura pueden generar más estrés en el trabajador que no sabe desconectar
Y lo cierto es que la fórmula funciona. La vuelta significa un retorno a la actividad con más ganas, con más capacidad de trabajar. Es como la pretemporada de los futbolistas, que les sirven para cargar las pilas durante el año, solo que llevado al ámbito de un trabajador autónomo.
Esta obligación hace que te des cuenta que puedes hacerlo. Que no pasa nada por desconectar unos cuantos días, una semana, diez días, lo que cada uno pueda. Este ejercicio de desconexión obligada además nos sirve para afrontar mejor fines de semana y puentes.
Estar sin hacer nada, nada de trabajo, nada de llenar tu día con actividades de ocio para suplir esta falta de actividad. Disfrutar de tu familia, de tus amigos, de aquellos que nos acompaña en el viaje, en lugar de pensar más en aquellos, compañeros de trabajo, clientes, proveedores, que no están con nosotros.
En Tecnología Pyme | ¿Estar siempre conectados mejora o perjudica nuestra productividad? La concentración
Imagen | Pixabay | relaxhotels