Cuando una empresa o autónomo decide adquirir un teléfono móvil inteligente, un smartphone, debemos elegir de manera cuidadosa. Los smartphones son hoy en día como pequeños ordenadores, pero también sufren de los mismos problemas de éstos. Por eso si utilizamos aplicaciones móviles en la empresa debemos elegir bien la plataforma.
Con las aplicaciones y servicios gratuitos no tiene importancia. Da lo mismo que tuviéramos BlackBerry, Android o iOS. Rehabilitar estas aplicaciones si cambiamos de plataforma será sencillo y la única molestia será tener que volver a descargar las aplicaciones en los nuevos dispositivos. Sin embargo con las aplicaciones de pago no es exactamente así.
Como ocurre en los ordenadores de sobremesa, cuando compramos una licencia de Office para Windows si luego decidimos cambiar a Mac en las empresas esa licencia será inútil. No es algo habitual en los equipos de sobremesa, pero si nos puede ocurrir en los móviles. Muchas empresas utilizaban BlackBerry y ahora pueden pasar a iOS o Android. Y en la mayoría de los casos tendremos que volver a pasar por caja.
Si hemos adquirido licencias para alguna aplicación en una de las plataformas, en la mayoría de los casos si queremos tener de nuevo esta aplicación en la nueva plataforma de móviles nos tocará pasar de nuevo por caja. Por eso hay que ser muy cuidadosos al elegir que plataforma vamos a utilizar en nuestra empresa. Sino podemos quedar prisioneros en una plataforma que no cumple nuestras expectativas por no volver a pagar los costes de licencias, o en el peor de los casos perder las aplicaciones.
La parte positiva es que estas aplicaciones no suelen tener un coste muy alto, pero esto hay que multiplicarlo por el número de aplicaciones que tenemos instaladas, y también el número de teléfonos que tiene nuestra empresa, por lo que al final el coste total puede suponer una cantidad importante.
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