La discriminación laboral está a la orden del día. Demasiado viejo, demasiado joven, mujer con hijos, una formación baja, una formación brillante. ¿Pero qué ocurre si mezclamos dos conceptos? Un excelente currículum con un aspecto físico que no agrada al entrevistador.
La opción del currículum ciego es una posibilidad pero como bien reflexionaba el autor, "al final en el encuentro cara a cara la persona encargada del proceso verá si se trata de un hombre o una mujer. Si tiene prejuicios para contratar según el género, el avance que se logre será mínimo." Y esto sirve para los prejuicios por el género y por el aspecto físico.
¿Dónde está el límite a la hora de plantear preguntas de mal gusto?
Hoy era noticia en Linkedin, la publicación de una experta en Gemología y Licenciada en Geología que fue rechazada de una manera muy directa, por su peso. Poco importó su brillante trayectoria.
Elena, que así se llama esta víctima de discriminación por su aspecto físico, ha sido presidenta de la Asociación de Gemólogos de la Universidad de Barcelona, donde ha impartido clases. Licenciada en Geología y con un Master en Geología y Exploración de Reservorios y Sedimentos, sólo fue juzgada por una razón: su peso.
Si bien un empresario es el que tiene la última palabra para decidir qué empleado contrata, lo que resulta extraño para las personas que se han visto en situaciones parecidas como la mencionada, es que si buscan una imagen concreta no lo especifiquen en la oferta, y no esperen a la entrevista para descartar no sólo en una ocasión sino en un par (con llamada de teléfono incluida)
En la historia de Elena, el empresario se tomó la licencia de darle consejos para adelgazar, y que no podía contratarla porque "tardaría mucho tiempo en perder los kilos que le sobraban".
Mujer, buena formación y madre, un 'problema' para algunos empresarios
No importa si se está preparada para el puesto, ni tan siquiera si los anteriores puestos de trabajo llaman la atención por ser empresas de prestigio; una frivolidad como el peso, puede arruinar la carrera de una buena profesional.
Aunque no debería ser necesaria una explicación, ser madre conlleva estrés y en algunos casos un aumento de peso, algo de lo más natural, ningún obstáculo para desempeñar un trabajo.
Si bien, son muchas las mujeres que al tener un hijo dejan de lado su carrera profesional, un porcentaje considerable no puede o no quiere dejar de trabajar, y ser juzgada por tu físico en un trabajo donde no es lo fundamental, resulta ofensivo.
"Si eres madre, no vas a poder cumplir con el horario", "Si estás en la edad que se considera 'normal' para tener hijos, se permiten la licencia de preguntar si piensas en tener alguno"
¿La perfección existe?
Hace unos años, Fito Páez, despidió a una corista porque debía perder seis kilos, según su criterio. Esta presión la sufren tanto hombres como mujeres, pero en ellas resulta hasta normal, la libertad con la que algunos jefes hablan de bajar de peso.
El talento no entiende de tamaños y formas, no importa de qué color sean los ojos, la piel, ni nuestra estatura, un gerente o un responsable de RRHH debería apostar por la calidad profesional, la valía de la persona. Si buscamos un físico determinado (porque así lo requiere el puesto) se debería dejar claro desde el primer momento en la oferta laboral y no humillar al trabajador.
En el caso de mujeres periodistas o con cierta popularidad, se convierte en noticia esta falta de respeto y reciben ipso facto el apoyo de toda la sociedad, pero mujeres valiosas las hay en muchas profesiones y merecen el mismo respeto y consideración en casos de discriminación por su aspecto físico.
En Pymes y Autónomos|Discriminación masculina en lo laboral. Un secreto a voces.
Imagen|RyanMcGuire