Comprar online y no morir en el intento

Comprar online y no morir en el intento
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Nunca fue tan fácil realizar la compra. ¿Se acabó lo de ir una vez al mes y cargar el coche como si no hubiera un mañana? Los supermercados online lo ponen fácil. Promociones, cupones de descuento, y eso sí unos portes un tanto elevados por traer tus productos a casa. ¿Pero merece la pena evitar subir a un tercero sin ascensor?

Lo saben, y también que disponemos de menos tiempo, por lo que cada vez más aumentan las compras online. El problema viene con los pedidos más pequeños. Ese estar o no estar en casa, convierte al repartidor en el peor "enemigo" del usuario, pero son muchas las circunstancias y personas por encima de él que impiden que nuestra compra coincida con nosotros en casa o en el trabajo.

Los puntos de entrega, amigos o enemigos de comprador online

Las empresas online se comprometen a entregar un pedido en menos de 48 horas y su devolución si surge algún problema. Pero por diversas razones, el repartidor no nos encuentra en casa. ¿Qué solución nos dan? Acudir a un punto de recogida. Puede que para algunos clientes sea una solución práctica pero para una gran mayoría es incoherente.

Pagas un extra para que te lo lleven a tu domicilio, ¿qué sentido tiene que tengas que desplazarte como si realizaras una compra física? No todos los puntos de recogida están próximos a nuestro hogar y supone una pérdida de tiempo en días laborales.

Precios del porte atractivos pero eficaces

Por lo general no hay nada como una buena búsqueda en Internet para encontrar nuestro producto y que al sumar los portes no nos dé un susto. Con un poco de paciencia se puede encontrar el mejor, y en 48 horas tenerlo en casa, eso sí, siempre y cuando la empresa de transportes que trabaje con la empresa elegida, cumpla sus horarios de entrega.

Reclamar una pérdida de un paquete, ¿misión imposible?

Puedes llevar meses e incluso años realizando una compra en el mismo lugar online, para que un día se produzca un retraso. Y recuerdes esos viejos tiempos en los que acudías a una tienda física a realizar tus compras.

Puede que haya una ventaja, puede que ese producto no esté en tus tiendas físicas habituales, pero llevas semanas esperando su envío y de repente, sientes que te están tratando mal como cliente y abandonas el barco.

Así de fácil y de cruel se pierde a un cliente fiel. Por un mal servicio.

No importa las veces que nos digan "lo siento", lo que importa es que un producto necesario quedó en el limbo de los paquetes no entregados.

Las mezclas son positivas, tiendas físicas e internet

Una mala experiencia en Internet puede servir para dar una vuelta por un barrio cercano y entrar a esas tiendas que hacía falta no visitabas. Formar parte de esa reivindicación por los barrios vivos gracias al comercio, es igual de gratificante que recibir en casa la compra del mes de alimentación.

Tal vez la solución siempre haya estado ahí. En combinar ambas compras. Los mensajes catastrofistas sobre lo negativo que implica comprar online o, por el contrario, las ventajas de comprar en el pequeño comercio, es una manera simplista de observar cómo ha cambiado el escenario.

En Pymes y Autónomos|Ante el crecimiento del comercio online, la calidad de la entrega es la clave

Imagen|Mohamed_Hassan

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